Montpellier, 1851 - Barcelona,1908
Nació en Francia de modo accidental, ya que sus padres se encontraban de
viaje en ese país, pero su arte y su vida estarían siempre vinculados a dos
localidades: Barcelona y Mataró. En 1865 y tras aprobar una oposición, ingresa
en la Academia Militar de Artillería de Segovia, comienzo de una larga carrera
militar, llegando a ser Capitán del Ejercito, por meritos de guerra, en el año
1874.
La primera noticia acerca de su actividad artística, es como caricaturista y cronista de una España sumida en una vorágine de acontecimientos políticos, en la cual estaba inmerso debido a su condición de militar. Tras abandonar voluntariamente el ejercito en 1882, debido, en parte, al éxito que rápidamente obtuvo su producción artística, diversifica la temática de sus obras, aunque sin abandonar del todo las escenas militares y el motivo del caballo, al cual será fiel durante toda su obra. Estilísticamente era un hombre abierto a la innovación, pero siempre tamizada por el filtro de la valoración y la meditación, adoptando aquellos aspectos que consideraba validos y desechando los que no.
En 1884 la inauguración de la renovada Sala Parés de Barcelona y la participación de Cusachs con cuatro óleos, va a hacer que se liguen sus destinos de manera indisoluble, el del artista y el de la galería. En 1890 ya era expositor habitual, presentando novedades cada semana. Hasta tal punto fue así, que a la muerte del pintor la sala entro en la mas absoluta decadencia.
La primera noticia acerca de su actividad artística, es como caricaturista y cronista de una España sumida en una vorágine de acontecimientos políticos, en la cual estaba inmerso debido a su condición de militar. Tras abandonar voluntariamente el ejercito en 1882, debido, en parte, al éxito que rápidamente obtuvo su producción artística, diversifica la temática de sus obras, aunque sin abandonar del todo las escenas militares y el motivo del caballo, al cual será fiel durante toda su obra. Estilísticamente era un hombre abierto a la innovación, pero siempre tamizada por el filtro de la valoración y la meditación, adoptando aquellos aspectos que consideraba validos y desechando los que no.
En 1884 la inauguración de la renovada Sala Parés de Barcelona y la participación de Cusachs con cuatro óleos, va a hacer que se liguen sus destinos de manera indisoluble, el del artista y el de la galería. En 1890 ya era expositor habitual, presentando novedades cada semana. Hasta tal punto fue así, que a la muerte del pintor la sala entro en la mas absoluta decadencia.