El cuadro, que se compró en un rastro de EE UU junto a otros objetos por unos 39 euros, podría valer hasta 78.000 euros
Encontrar obras de arte escondidas en tiendas de segunda mano o mercadillos se está convirtiendo en algo relativamente común en Estados Unidos. Si hace unos meses, Zachary Bodish, ciudadano de Ohio, adquirió un Picasso por unos 10 euros, ahora una mujer del Estado de Virginia podría tener entre sus manos un cuadro de Piérre-August Renoir por menos de siete dólares (poco más de cinco euros).
Hace casi un año, esta señora paseaba por el rastro del Valle de Shenandoa en ese mismo Estado cuando se paró frente a uno de los puestos porque un muñeco de Paul Bunyan, un leñador gigantesco que aparece en muchos de los cuentos populares estadounidenses, le llamó la atención, según ha relatado la mujer -quien no ha querido revelar su identidad- al diario de The Huffington Post. Junto al muñeco, además adquirió una vaca de plástico y una pequeña pintura de 14 centímetros de alto y 23 de ancho. El lote completo le costó menos de 50 dólares (unos 39 euros).La señora, quien según el mismo periódico quiere ser reconocida como la Chica Renoir, ha admitido que, en un principio, no estaba interesada en la pintura en cuyo marco aparecía el nombre del afamado pintor impresionista. Fue su madre la que la convenció de que pidiera una segunda opinión antes de tirar la tela a la basura. El sitio elegido para valorar la obra fue Potomac Co, un lugar de subastas asentado en el Estado de Virginia.
Ahora los expertos dicen que podría tratarse de la obra Paysage, Bords de Seine, realizada en torno a 1879 y valorada en un precio de entre 75.000 y 100.000 dólares (58.000-78.000 euros), una ganga en comparación con la venta de otras obras del pintor francés. El año pasado, el Instituto de Arte Sterling and Francine Clark (Massachusetts) vendió el Femme cueillant des Fleurs por 15 millones de dólares (casi 12 millones de euros).
"Sacó la pintura de una bolsa de plástico y parecía la de verdad. La obra tenía una luz preciosa y sin duda parecía de 1879", ha asegurado Norton Craner, especialista en artes plásticas de la casa de subastas y exinvestigadora asociada del museo Metropolitan de Nueva York, en declaraciones recogidas por el New York Times. La afortunada compradora ha añadido que no piensa quedarse con la pintura: "Estaría muy asustada de tenerla", ha dicho. "Seguro que quién la compre la cuidará como merece".
La pintura, según Craner, aparece en el catálogo razonado de la obra de Renoir, donde se indica que fue adquirida por la galería francesa Bernheim-Jeune en 1925, que posteriormente la vendió a Herbert May, el marido de la coleccionista de Maryland Sadie A. May.
La pregunta de cómo el cuadro pudo acabar en un mercadillo, no tiene por el momento respuesta.
La pintura saldrá a subasta el próximo 29 de septiembre, según han informado fuentes de dicha galería. "Estoy contenta de no haberla vendido en uno de los rastrillos que organizo en mi jardín", ha dicho la mujer.
Ésta ha añadido que, si la venta va bien, llevará a su madre de viaje a París a visitar el museo del Louvre.
Carolina García Washington