Antiguo arzobispado convertido en el Ayuntamiento
El territorio del valle bajo del Aude estaba ocupado antes de la conquista romana por los elesyces, pueblo de origen ibero cuya aglomeración principal establecida alrededor de la colina de Montlaurès, es probablemente el origen de la actual Narbona. Es en efecto a 4 km del cerco primitivo que los romanos, desde los años 120 antes de nuestra era, fundan Narbo, su primera colonia en Gaule, que será en el siglo siguiente la brillante capital de la vasta provincia Narbonense.
Al final del siglo V, Narbona y su región caen en las manos de los visigodos y al principio del siglo siguiente ésta constituye la provincia más septentrional del reino de España. Brevemente ocupada por los árabes en el curso del siglo VIII, Narbona es enseguida agregada al dominio carolingio, primero a los gobernadores locales, luego a un linaje vizcondado portador de una larga autonomía.
Durante la Edad Media, Narbona se afirma a la vez como una metrópoli religiosa de primer plano y como una ciudad comerciante y dinámica. A principios del siglo XV, adjunta directamente al reino de Francia, ésta juega entonces, frente a España, el rol de lugar fuerte, clave y de guardia de la provincia de Languedoc.
En los siglos XVII y XVIII, cuando pierde toda la importancia estratégica, Narbona se hunde en el marasmo y la Revolución le quita, con la supresión del arzobispado, sus últimos títulos de gloria. Simple semi-prefectura, la ciudad conoce, durante el siglo XIX un brusco boom económico ligado al desarrollo de la viticultura. Después de una clara desaceleración de su prosperidad durante las Dos Guerras, Narbona revive después de treinta años, en el marco de la Unión Europea.
Desde el siglo XVI, arqueólogos apasionados se relevan, sin discontinuidad, para hacer visibles y estudiar los vestigios que se encuentran bajo el suelo donde se esconden los viejos muros de la ciudad.
Es en efecto en el Renacimiento que se da el verdadero comienzo de la ciencia arqueológica. Esta curiosidad y pasión por las civilizaciones antiguas, griega y después romana, han encontrado una ilustración sorprendente en Narbona, luego de que se ha decidido que las nuevas fortificaciones, terminadas cuando François Ier, debían exaltar el rico pasado romano de la ciudad. Es en esta ocasión que fueron sistemáticamente puestos a la vista de todos, los innombrables bajo-relieves e inscripciones antiguas que poseía todavía Narbona y que forman hoy, una gran parte del interés de las colecciones de los museos arqueológico y lapidario.
Vía DOMITIA - restos de la vía romana
Este primer museo de la ciudad « al aire libre », como lo había señalado Prosper Mérimée, entonces inspector de los monumentos históricos, ha suscitado los primeros estudios y motivaciones de los eruditos apasionados, los famosos anticuarios como se les llamaba entonces, que redactaron a lo largo de los siglos XVII y XVIII, estudios e inventarios preciosos que constituyen las primeras colecciones privadas, elementos lapidarios o de pequeño mobiliario. Este movimiento no ha sido modificado desde entonces.
El museo HOREUM ROMANO - una joya bajo tierra
Después de la Revolución, considerando que el patrimonio histórico confiscado era también bien común de la nación, se desarrolló una toma de conciencia colectiva que parte de la necesidad de conservar y documentar los testimonios del pasado. Es desde esta posición de pensamiento que se creó en Narbona, alrededor de la fuerte personalidad de Paul Tournal, una de las primeras sociedades sabias de nuestro país: La comisión arqueológica y literaria de Narbona. Hasta hoy activa, la tarea de esta reconocida institución ha tenido el apoyo del Estado.
Canal de la Robine, hoy patrimonio mundial
La Robine termina de tomar su aspecto actual con la supresión a finales del siglo XVIII de los afluentes del Fleix y de Mandirac y la construcción en el siglo XIX de las presas de Mandirac y después de Sainte-Lucie.
En la misma época, la concurrencia de la vía férrea perturba el tráfico. El canal conocerá sin embargo mucha actividad, gracias a la economía vitícola en plena prosperidad. Los muelles de Lorraine y de Alsacia donde se alinean los barriles de los negociantes en vinos, se animan durante un intenso aunque breve período. Es entre 1872 y 1900 cuando florecen proyectos extravagantes y a veces electorales, sea para reacomodar un puerto entre la ciudad y la cordillera de Clape, sea para ir hacia el Canal du Midi, ahora prolongado por el canal lateral de la Garona hasta Burdeos, con las dimensiones de un verdadero canal de dos mares, capaz de hacer transitar del Atlántico al Mediterráneo buques de gran tonelaje, incluso equipo de la flota de guerra francesa!
Todos estos sueños terminarán, la capitanía misma abandonará nuestros canales, pero hoy el turismo fluvial da vida nuevamente al Canal du Midi y a la Robine de Narbona, su filial hacia el Puerto La Nouvelle, conjunto catalogado en el « Patrimonio Mundial de la Humanidad »
El primero de mayo es la fiesta del trabajo pero también la fiesta del "Muguet" Convallaria majalis En español se la conoce con los nombres comunes convalaria, lágrimas de Salomón, lirio convalio, lirio de los valles, lirio de Nuestra Señora, lirio salvaje, muguet, muguete, mugueto.
Tiens Colette je l ai retrouver.....merci!!
Para mas información sobre Narbona visitar:
Ayuntamiento: Oficina de Turismo
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Tiene música de: Sentinel "In the World"