Portrait of Mrs George Pinckard , 1911 oil on canvas 127 x 102 cm. (50 x 40.2 in.)
Sir Frank Dicksee
Frank Bernard Dicksee (1853 – 1928) fue un pintor e ilustrador británico, que alcanzó un gran éxito entre la sociedad victoriana gracias a sus retratos de bellas mujeres que representaban el ideal femenino de su época. Aunque realmente pasó a la posteridad por sus pinturas que representaban escenas históricas y legendarias. Aunque nunca fue miembro de grupo de Pre-Rafaelistas, el estilo de gran parte de su obra podría ser considerado de estilo Pre-Rafaelista.
Fue su padre quien animó al joven Frank a dedicarse al mundo del arte y en 1870 se matriculó en la Royal Academy School, donde fue uno de los estudiantes más destacados haciéndose merecedor de varias distinciones, entre ellas la Golden Medal de la Academia, en 1875, año en que expuso sus primeras obras.
El éxito le acompañó a o largo de su vida y su carrera como pintor. Sus pinturas donde se representaban escenas protagonizadas por héroes y heroínas legendarias gozaron del favor del pública y de la crítica contemporánea.
Además Frank Dicksee es, y fue, considerado un destacado pintor de retratos de hombres y un gran retratista de mujeres. Fueron especialmente alabados sus retratos de mujeres victorianas, y las damas se consideraban especialmente afortunadas si Dicksee aceptaba retratarlas.
Leila (Passion), 1892
Artist: Sir Frank Bernard Dicksee (1853-1928)
The Fine Art Society London United Kingdom
Sus retratos, y su obra, en general, transmite, además de un increíble dominio de la técnica, un encanto y elegancia de la escena, un sutil estudio psicológico y una depurada técnica en la pintura de los tejidos, las telas y tapices.
En 1924 fue elegido presidente e la Royal Academy, y a pesar de que su nombramiento fue muy bien acogido por su prestigiosa carrera y su carácter afable, algunos de los pintores de la época consideraron que su elección representaba a una pintura anticuada y un poco desfasada para los gustos que triunfaban en ese momento. De todos modos el cuadro que pintó el año anterior a su muerte, Elsa, Daughter of William Hall Esq., refleja lo mejor de la técnica y el talento de Dicksee como pintor.
Portrait of Elsa, 1927
"Retrato de Elsa, la hija de William Hall", es uno de sus retratos de mujeres "reales" más conocidos y logrados.
En 1925, fue condecorado con el título de Caballero del Imperio Británico, además de otros importantes reconocimientos de los Museos y Universidades británicas más prestigiosas.
¿Y qué es, lo que más pintaba Dicksee?
En general, su obra se podría dividir en dos partes.
Frank Dicksee
Portrait study of a young woman,
in profile and with eyes downcast
- La primera, y la que le repercutió mayor beneficio económico, además de amistades en las altas esferas, fue la de pintor de retratos femeninos de mujeres de origen social elevado, y contemporáneas suyas.
Hoy en día, y aunque el retrato femenino casi siempre ha tenido mejor suerte que el masculino a la hora de ser recordado muchos años después de haber sido realizados -a no ser que se trate de reyes, o de militares y políticos de primer orden-, no es la parte de la obra de Dicksee que ha pasado a la posteridad como más representativo de su arte. Esta sería la que Dicksee dedicó a escenas de temática literaria, histórica o legendaria y mítica.
Muy probablemente, aunque le pudiera repercutir menos ganancia económica, fueron las obras que le ayudaron a hacerse un nombre entre los críticos, otros pintores, y finalmente, le ayudaron a escalar en la Royal Academy, aunque también allá, al fin y al cabo un organismo clasista -como lo era la época que le tocó vivir a Dicksee-, el ser no sólo conocido y reconocido, sino también muy buscado por las grandes familias para que retratara a sus mujeres, debió ayudarle a no ser un simple miembro más. Lo que sí es cierto es que sus obras eran de temática variada, pues si tenía interés por alguna época histórica, leyenda u obra literaria, no siempre se reducía a pasar al lienzo un hecho o imagen que se daba por real -en el tema histórico-, o ya contado por el autor original -literario- o por otros pintores -caso de muchos mitos y leyendas, que durante décadas, o incluso siglos, habían sido representados una y otra vez-, sino que él imaginaba escenas nuevas, propias, relacionadas con las que otros pudieran pintar antes, pero originales suyas.
"Amanecer" (1897), una pintura alegórica, donde el amanecer representado por la joven, y la figura vestida de negro, más bien parecen recordar el comienzo y el fin de la vida.
- Pero en su segunda etapa, vio que las escenas medievales podían ser un disfrute, a la hora de pintarlas, pero que era otro tipo de trabajos, el del retrato por encargo, el que más dinero daba, así que, sin dejar lo primero, se dedicó mucho más a lo segundo, teniendo más facilidad e interés por las mujeres, aunque también retrató personajes masculinos. Al fin y al cabo, además de un artista, era un profesional.
Los críticos contemporáneos suyos -al menos, los de su primera época, la auténticamente Victoriana- reconocían que tenía una gran técnica, y que podía resultar espectacular, pero no acabaron nunca de considerarlo un maestro de primer orden. Pensaban que sabía representar muy bien la luz y el color, pero a veces caía en cierta cursilería. Una de sus obras más conocidas, "El entierro de un vikingo" (1893), fue la que más fama le dio en su momento.
Este vídeo para acompañar el reportaje:
Fuentes:
La caída de Constantinopla
Arnet
LA CASA VICTORIANA