En Dafen, un pueblo de pintores en la provincia de Shenzhen, a 30 kilómetros de Hong Kong (China), más de 8.000 artistas producen anualmente cinco millones de cuadros para la exportación, copiando obras de maestros como Van Gogh, Leonardo Da Vinci, Picasso y tantos otros. Los trabajadores más rápidos consiguen pintar hasta 30 cuadros al día.
El primer taller de pintura fue fundado por el propietario de una impresora en Hong Kong en 1986. Ahora existen más de 400 talleres similares en esta localidad conocida como Villa de Pintura al Óleo de Dafen. En todos ellos hay miles de hombres y mujeres jóvenes del sur de China que producen anualmente grandes volúmenes de cuadros. Son los llamados “pintores-trabajadores” que pueden llegar a trabajar 10 horas por día los seis días de la semana.
Y es que China está aplicando al arte las mismas técnicas de manufactura que la convirtieron en el proveedor líder de juguetes y electrodomésticos. Se estima que en el sur de China hay 20 mil pintores-trabajadores, incluyendo más de 3 mil en Shenzhen.
El primer taller de pintura fue fundado por el propietario de una impresora en Hong Kong en 1986. Ahora existen más de 400 talleres similares en esta localidad conocida como Villa de Pintura al Óleo de Dafen. En todos ellos hay miles de hombres y mujeres jóvenes del sur de China que producen anualmente grandes volúmenes de cuadros. Son los llamados “pintores-trabajadores” que pueden llegar a trabajar 10 horas por día los seis días de la semana.
Y es que China está aplicando al arte las mismas técnicas de manufactura que la convirtieron en el proveedor líder de juguetes y electrodomésticos. Se estima que en el sur de China hay 20 mil pintores-trabajadores, incluyendo más de 3 mil en Shenzhen.
La mayoría de las pinturas producidas en el sur de China son copias, y son creadas por grupos en los que cada pintor-trabajador se hace responsable de cierto conjunto de colores o pinturas copiados de la fotografía de un trabajo ya existente. Muchos son también producidos por una persona que pinta la misma obra una y otra vez. Así hay especialistas en hacer Van Goghs, de hecho hay trabajadores que aseguran haber pintado más Van Goghs que Van Gogh mismo. No obstante, otras son fabricadas mediante la impronta de una impresión en un lienzo, en el que posteriormente los trabajadores rellenan las líneas.
A pesar de la potencial problemática de propiedad intelectual que se puede originar por hacer copias de obras de arte, Ren Xiaofeng, subdirector de la oficina de administración del distrito, cuenta que la aldea nunca ha sido demandada.
Las piezas que se copian en Dafen ya están en el dominio público y por lo tanto no incluyen el derecho de autor, dijo. "La gente sabe que no son los originales". En parte es por eso que Dafen no es una comunidad de artistas bohemios. No le avergüenza tener motivos comerciales. "Las personas de aquí no tienen la intención de ser artistas", dijo Ren.
[Fuente: Artelista]
(video en ingles)