El burro tras ser "arrestado y esposado" al coche patrulla para trasladarlo al retén de la Policía Local.INFORMACIÓN |
PÉREZ GIL
Un
burro fue interceptado por la Policía Local cuando deambulaba solo, sin rumbo
fijo, de madrugada y de forma temeraria por las calles de Elda. El borrico se
escapó de su casa y salió de fiesta, al parecer en busca de novia, pero se
desorientó en la ciudad hasta perder los nervios y desbocarse poniendo en
peligro a los conductores que se cruzaban con él.
Cuando
en el retén de la Policía Local se recibió, a las dos de la mañana del sábado,
la llamada telefónica de un conductor advirtiendo de lo que había visto los
agentes no pudieron reprimir las risas de incredulidad. En un primer momento
pensaron que se trataba de una broma pero la pareja que les llamó afirmó, y
reafirmó, que habían estado a punto de chocar contra un burro en la calle
México, en el barrio de San Francisco.
Los agentes, tras comprobar que no conducían bajo los efectos de bebidas alcohólicas ni drogas alucinógenas, decidieron realizar una batida por la zona y justo en ese momento fueron nuevamente requeridos por la misma razón. En esta ocasión eran varios los conductores que aseguraban haber visto a "un burro conduciendo de forma temeraria" por la avenida de Ronda. Alguno de ellos incluso pidió a los policías que lo "detuvieran pronto" porque en caso contrario iba a "liarla parda".
Los agentes, tras comprobar que no conducían bajo los efectos de bebidas alcohólicas ni drogas alucinógenas, decidieron realizar una batida por la zona y justo en ese momento fueron nuevamente requeridos por la misma razón. En esta ocasión eran varios los conductores que aseguraban haber visto a "un burro conduciendo de forma temeraria" por la avenida de Ronda. Alguno de ellos incluso pidió a los policías que lo "detuvieran pronto" porque en caso contrario iba a "liarla parda".
Lo
cierto es que una dotación dio finalmente con el jumento en las inmediaciones de
la plaza del Ejército Español. Y no debía de ser tan malvado el animal porque
fueron tres jóvenes intrépidas las que consiguieron retenerlo acariciándole el
lomo y susurrándole cosas bonitas en sus largas orejas. Tampoco prestó el burro
ningún tipo de resistencia a la hora de ser "arrestado" ni cuando los agentes lo
"esposaron" al coche patrulla para poder trasladarlo al retén, desde donde se
realizaron las gestiones para localizar a sus dueños. El animal se mostró
colaborador en todo momento y no sufrió daño alguno dándose, además, un buen
festín con la rica hierba que crece junto a la sede policial de La Tafalera. Y
al final apareció la dueña, muy apurada y agradecida, y se lo llevó de regreso a
su casa de La Jaud.
Misión
cumplida por tanto para los agentes de la Policía Local, que hace justo un año
también tuvieron que atrapar a una cabra loca en la calle Pedrito Rico. Y es que
el trabajo policial da para mucho.