Mujer
2006 óleo sobre tabla
122x122 cm
Mis primeras impresiones acerca de la pintura de Miguel Ángel Moya
No sé cómo he accedido a una página web que muestra el trabajo de un pintor argentino llamado J.C. Ah! Ya sé porqué llegué a ese sitio de internet. Buscaba algo sobre pintura realista y encontré en un foro de opinión con una serie de paridas, topicazos y demás zarandajas. Sólo uno de los participantes dijo algo que yo mismo hubiera manifestado, más o menos: “la fotografía y la pintura son cosas distintas y una no elimina a la otra en ninguna medida y en cualquiera caso puede o no ser realista”; decir que una pintura realista no tiene concepto es tan simplista e inadecuado como “decir que una obra abstracta sólo son manchas y rayotas.”
Elevación
2005 óleo sobre tabla
100×100 cm
Debo confesar que lo que pude ver del artista sudamericano no me entusiasmó demasiado. Para que el realismo pictórico me interese, a estas alturas de la historia del arte, debe contar con algo más que con un buen oficio. Por eso quizá me llame la atención lo que hace Lucian Freud. Por eso quizá me impresione el trabajo de José Luis Corella. Por eso también me ha sorprendido gratamente la pintura de Miguel Ángel Moya, a quien acabo de descubrir hace bien poco.
No sé hasta qué punto resulta adecuado definir como pintura realista la pintura de M.A. Moya. Se trata, por supuesto, de una figuración evidente, incluso de una figuración con voluntad realista. Pero me da la sensación de que propiciar esta suerte de encasillamiento no deja de ser una clara reducción de su obra.
Al margen de que para más de uno el realismo es una manifestación abstracta como toda producción pictórica, no cabe duda de que en los cuadros de M.A. Moya cabe apreciar elementos realizados con una clara voluntad no figurativa. Es más, me atrevería a afirmar que nuestro artista ha sabido jugar con elementos estrictamente pictóricos, sin ninguna intención mimética, y conjugarlos habilidosamente con el resto del cuadro, sin crear estridencia alguna. Tal situación refleja de algún modo la pluralidad y el mestizaje que, de un tiempo a esta parte, viene animando la escena artística internacional.
Caduceo
2014 óleo sobre tabla
30x20 cm
Me parece que, dada su juventud y conocidas sus capacidades, Miguel Ángel Moya tiene ante sí un largo camino por recorrer en el transcurso del cual estoy convencido de que ha de ofrecernos más de una grata sorpresa.
Rafael Prats Rivelles
Clothing Store 1
2010 óleo sobre lienzo
162×81 cm
Mirar un cuadro: Sol y Luna
2004 óleo sobre tabla
116x116 cm
Este cuadro tiene un significado absolutamente mágico para mí, por las circunstancias que concurrieron en su realización. Llevaba tiempo visualizando un espacio, y no acertaba a encontrar nada parecido en la realidad. Por casualidad leí en un periódico que se acababa de restaurar la cúpula del edificio de Correos, en Valencia, y en la fotografía que acompañaba al artículo reconocí el lugar que buscaba. Fui, lo fotografié y empecé a trabajar en el cuadro. Cuando lo terminé encontré que no me convencía, que faltaba algo, así que, instintivamente, añadí primero una figura masculina, luego una femenina y, finalmente, un hombre de Vitrubio, bajo el cual escribí unos textos, imitando la disposición de los de Leonardo.
Poco después, por esas casualidades de la vida, contacté con un especialista en arquitectura sagrada de la antigüedad. Le enseñé el cuadro y le comenté que lo había realizado de manera instintiva, sin saber lo que significaba. Al verlo me explicó que lo que había plasmado era un reflejo de la disposición de una catedral gótica. Las mujeres se sentaban en los bancos de la izquierda, los hombres en los de la derecha y, más allá, bajo la cúpula, oficiaba el sacerdote-andrógino(hombre de Vitrubio). Lo que ocurría, me dijo, es que en mi cuadro las figuras masculina y femenina estaban al revés.
Tiempo más tarde, leí que el arte occidental plasmaba en sus imágenes algunos conceptos religiosos invertidos, como en un espejo, ya que mientras en Oriente el hombre puede ser la divinidad, en occidente sólo puede ser un reflejo de ella.
Lo más curioso es que si ponía mi cuadro frente a un espejo sucedía algo aparte de invertir las figuras masculina y femenina. Los textos bajo el hombre de Vitrubio también se invertían, y quedaban igual que si hubieran sido escritos por Leonardo, ya que él escribía de manera especular, de derecha a izquierda.
Miguel Ángel Moya
Ensayo 3
2005 óleo sobre tabla
100x100 cm
Todas las fotos tienen copyright, estan protegidas por derechos de autor. Se publican en este blog con consentimiento escrito de Miguel Ángel Moya.
Fuentes: