Si el RAW es el equivalente al negativo de la era digital, las aplicaciones de
procesado son el lugar en el que "revelaremos" nuestras imágenes. ¿Conoces
cuales son tus mejores opciones?
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Aplicaciones para procesar el RAW
- Foto: MIGUEL
MICHÁN-
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- Adobe Camera RAW (Windows / Mac, 1.042 euros). Al tratarse de un plug-in de Adobe Photoshop y no de un programa independiente, Camera Raw tiene el problema inicial del coste, siendo con mucho, el más caro; aunque claro, en lugar de tener una "simple" aplicación para RAW nos llevamos a casa al líder indiscutible en retoque fotográfico. Esta integración es su mayor ventaja. Su interfaz es sencilla de utilizar aunque no aporta nada realmente nuevo y adolece de algunos inconvenientes de cara a su uso intensivo: el procesado por lotes no está tan pulido como debiera y hace un aprovechamiento pobre del área disponible en la pantalla para visualizar nuestras imágenes.
- Adobe Lightroom (Windows / Mac, 288 euros). La otra alternativa de Adobe para el procesamiento de nuestros archivos RAW es Lightroom, una aplicación construida sobre la misma tecnología de Camera RAW pero que ofrece una experiencia mucho más satisfactoria al estar totalmente enfocada en el flujo de trabajo del fotógrafo. Su interfaz está dividida en cinco módulos bien diferenciados: librería, procesado, pase de diapositiva, impresión y web; contando cada uno de ellos con un enorme número de opciones con las que sacar todo el partido a nuestras imágenes.
- Apple Aperture 2 (Mac, 199 euros). Apple está jugando muy bien sus cartas con esta aplicación de gestión y procesado RAW y ya ha logrado meterse en el bolsillo a un buen número de fotógrafos profesionales. Ofrece una calidad de imagen excepcional, el mejor entorno de trabajo de su clase y, a partir de esta segunda versión, un sistema de plugins al que se han sumado empresas como PictureCode (Noise Ninja para reducción avanzada de ruido), Nik Software (Viveza, basado en la tecnología U Point para un control selectivo del color y la luz), o Tiffen (filtros y efectos creativos Dfx). Eso sí, para utilizarlo tendréis que dar el salto a Mac, algo que, por otra parte, es uno de los mejores consejos que recibiréis jamás.
- Capture One 4 (Windows / Mac, 99 euros). Que su precio no os confunda. Capture One es una aplicación realmente avanzada con un montón de interesantes características. A destacar: calidad de imagen final, opciones para la recuperación del detalle en las luces y las sombras, hojas de contacto online, visualización múltiple... Además, Phase One (la compañía responsable de esta aplicación y de los famosos respaldos digitales de formato medio), tiene previsto lanzar una versión Pro aunque aún se desconocen las ventajas que introducirá o si merecerá la pena la consecuente diferencia de precio.
- Canon Digital Photo Professional (Windows / Mac, gratuito). Incluido de serie con las cámaras réflex de Canon, ofrece soporte inmediato para los nuevos modelos de la compañía tan pronto salen al mercado y además lo hace extrayendo toda la calidad posible a nuestros RAW (en serio, tras haber probado todas las combinaciones posibles, DPP es el que mejor procesa los archivos de las réflex Canon). Lamentablemente, la interfaz está desesperantemente mal diseñada y está realmente corto en opciones. Cuando Canon se decida a renovar la aplicación haciendo suyas las prestaciones de la competencia, estaremos ante la única opción para el fotógrafo de Canon. Mientras tanto, seguiré teniendo el "corazón partido".
- Nikon Capture NX (Windows / Mac, 180 euros/gratuito). Podría decir que esta aplicación es el equivalente en Nikon del DPP pero sería bastante poco justo por mi parte. Capture NX es mucho más avanzado y aunque cuenta con las mismas ventajas de la aplicación de Canon carece de sus inconvenientes. Entre sus opciones más avanzadas está la corrección de las distorsiones ópticas y el viñeteado, tecnología U Point, y reducción de ruido. En la parte negativa, tendremos que pagar por él o no en función de la cámara que tengamos ya que hasta la fecha solo se ha ofrecido gratuitamente junto a las recientes Nikon D3 y D300.
MIGUEL MICHÁN