El cartel de seguridad que da la bienvenida a los bañistas de Hallandale Beach |
Pero lo perdió. Resulta que el hombre estaba fuera de la
jurisdicción de Tomas; fuera de esa área delimitada de la
playa que él tenía que vigilar. Tomas vio que tenía que cruzar la boya
que marcaba el fin de su jurisdicción y que al hacerlo, estaba
abandonando su puesto. Si se iba, sería despedido. Si se quedaba, estaría
dejando morir al hombre. Pero lo hizo de todas formas: nadó 500 metros
fuera de su área designada y en cuanto volvió, se enfrentó al problema.
"Sabía que estaba rompiendo las reglas", cuenta ahora el socorrista. "En cuando
volví a la playa le pregunté a mi jefe: ¿Estoy despedido, verdad?".
Lo estaba. Según ha explicado un portavoz de Jeff Ellis, la empresa privada de seguridad le paga solo para vigilar una zona concreta de la playa: "Tenemos ciertas responsabilidades y no podemos dejar nuestro área desprotegida". Añade Tom Gill, portavoz de la Asociación de Socorristas de Estados Unidos: "Cuando una municipalidad contrata a una empresa para vigilar un espacio, las organizaciones no solo están asumiendo la responsabilidad de esa zona, sino que tienen que dar la cara, legalmente hablando, en cuanto ocurra alguna incidencia. Parece lamentable que se despida a un socorrista por hacer exactamente lo que tiene que hacer, pero así es".
Será así, pero no todo el mundo lo acepta. La empresa Jeff Ellis ha tenido que despedir también a otros seis trabajadores por decir públicamente que ellos hubieran hecho lo mismo que Tomas, abandonar su puesto de trabajo para salvar a alguien en peligro. "Entiendo la norma y puedo prometer a mis jefes que no ayudaría a alguien que lo necesite, pero sé que si un día pasa algo, iré de cabeza", afirma uno de los despedidos, Brian Ritchie, de 19 años.
Un compañero suyo, Zoard Janko, de 16 años, lo resumía de forma más literaria: "Lo que se nos pide que es que nos quedemos mirando cómo se muere alguien". Todos ellos, al final, piden lo mismo que pide Tomas Lopez, que después de salvarle la vida a este hombre está a medio camino entre ser un héroe y un mártir: "Lo que necesitamos es una jurisdicción que nos permita ayudar a alguien sin temer por nuestros empleos".
Readmitido tras la polémica
Como era de esperar, este episodio ha traído cola y ha despertado la indignación de miles de ciudadanos y de sus propios compañeros, quienes no entienden que prime el área a proteger a la vida de una persona. Tras la polémica suscitada, el jefe de la empresa que lo despidió ha decidido ofrecerle de nuevo el mismo puesto. "Creo que los supervisores actuaron con demasiada prisa", ha manifestado.
Fuente: ABC News