2011 ha sido un año no tan aciago porque, por
primera vez en la historia, “Nosotros, los pueblos…”, como se inicia la Carta de
las Naciones Unidas, se han hecho realidad a escala local y global.
El próximo mes de diciembre es el final de un
“ciclo Maya” de 400 años, fecha denominada Baktun. Podríamos aprovechar este
final para hacer posible un gran comienzo, la inflexión histórica que la
humanidad anhela y merece. Después de siglos de poder absoluto masculino y de
ciudadanos sumisos, obedientes y atemorizados, es ahora posible la participación
no presencial, la libre expresión de opiniones, de criterios, de críticas, de
propuestas.
Lo que está claro es que, en muy poco tiempo, la
voz de “los pueblos” no sólo se dejará oír sino que será escuchada y comenzará
el proceso de emancipación cívica. Lo que no podía consentirse hasta hace bien
poco en las plazas y avenidas de las ciudades tendrá lugar sin cortapisas en el
infinito lugar del ciberespacio. El tiempo del silencio ha concluido. El siglo
XXI será el “siglo de la gente”, de todos, no de unos cuantos privilegiados, y
las democracias ya no serán frágiles y encorsetadas sino sólidas, ágiles y
eficientes. Los ciudadanos ya no serán sólo contados en los comicios electorales
sino que contarán, serán tenidos en cuenta de forma permanente… porque
manifestarán sus puntos de vista y su voluntad de forma igualmente
permanente.
Se ampliará rápidamente el porcentaje de
“habitantes efectivos” del planeta, que hoy se reducen a un 20%. El resto
sobreviven, en condiciones de gran precariedad, que alcanzan con frecuencia
límites humanamente insostenibles. Sin embargo, la pobreza no figura entre los
objetivos de los países prósperos, ocupados en las fluctuaciones bursátiles, en
el dinero, en mantener inmensos arsenales de armamento para garantizar su
“seguridad”. Y así, las soluciones a los grandes problemas de la humanidad,
enraizados en el acceso a la alimentación y a la educación, van siendo
sucesivamente aplazadas, pospuestas. José Manuel Navarro cita en su obra
“Amapolas en el jardín”, a B. F. Skimmer: “Algo va mal cuando lo que hay que
salvar es el sistema y no la forma de vida a la que el sistema debería
servir”.
En España, el “escándalo” Urdangarín oculta
tejemanejes todavía peores que los que tanto se habían criticado y, a escala
europea, todos miran de reojo a la señora Merkel, a las primas de riesgo y a los
mercados, en lugar de mirar de frente a la democracia. En lugar de crear empleo,
sólo en Italia se anuncian 300 mil despidos más como consecuencia de las
radicales medidas adoptadas. Eso sí, también allí los sueldos de los directivos
de las grandes instituciones financieras permanecen astronómicos.
Sumamente importante es, al parecer, “devolver la
deuda”, reducir el déficit. Pero, ¿quién se ha endeudado? ¿Quiénes son los
responsables, en proporción muy superior al Estado, del endeudamiento? ¿Por qué
deben ser, siempre, los contribuyentes quienes mitigan estos desmanes, sobre
todo los procedentes del sector privado?
El año 2012, ¿un nuevo amanecer? Resumo a
continuación doce puntos que me parecen especialmente relevantes para que el año
que empieza pudiera ser crucial para pasar desde el naufragio presente a la
tierra firme del “nuevo comienzo”.
Sobre algunos de los puntos ahora sucintamente
esbozados escribiré con más detalle –o reescribiré- en el curso de las próximas
semanas.
1. Una crisis sistémica requiere cambiar el
sistema, es decir, conferir el poder y la iniciativa a la sociedad y volver a
orientar la acción política por los principios democráticos – tan bien
expresados en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO- y no por los
mercados, tanto a escala local y regional como global.
De esta forma, podría procederse a la urgente
refundación de un Sistema de Naciones Unidas fuerte y con la autoridad moral que
sólo poseen aquellas instituciones capaces de reunir a todos los países del
mundo sin exclusión. Las ambiciones hegemónicas que condujeron a pretender
gobernar el mundo desde agrupaciones plutocráticas de 7, 8 o 20 países, deben
dar ahora paso, como respuesta al clamor mundial que sin duda se producirá en
poco tiempo, a la cooperación multilateral. He escrito ya en varias ocasiones
diversas fórmulas para que tanto la nueva Asamblea General como los Consejos de
Seguridad (al actual se añadirían el Consejo de Seguridad Socioeconómica y el
Consejo de Seguridad Medioambiental) permitieran el pleno desempeño de las
funciones que, especialmente cuando la gobernanza global así lo exige, requieren
disponer de estructuras internacionales adecuadas.
2. Después de la intolerable e inmoral
intervención en Irak, el poder cívico mundial deberá ahora oponerse con especial
firmeza a otras “aventuras” de esta naturaleza y muy especialmente a la que
tendría a Irán como objetivo, tanto por razones geoestratégicas (espoleadas por
Israel) como por las fabulosas reservas iraníes de oro negro. Para los problemas
que pueda plantear Irán, o los que ya plantean Yemen y Siria, la única solución
aceptable es –como hubiera sido en el caso vergonzoso de Libia- la
intermediación de las Naciones Unidas como único interlocutor contando con el
respaldo del mundo entero.
¿Hemos reflexionado sobre las horrendas cifras
que arroja el balance de la intervención en Irak? ¿Hemos pensado en los 5
millones de desplazados, en los miles de mutilados y muertos? ¿Hemos revisado
quién explota ahora los pozos petrolíferos? Los “pueblos” ya no tolerarán en el
futuro atrocidades de esta naturaleza.
Es cierto que los republicanos de los Estados
Unidos, que siguen influyendo tanto en la política de su país, redoblan sus
esfuerzos –iniciados en la década de los 80- para la demolición del Sistema de
las Naciones Unidas. Abandonaron la UNESCO en 1984… luego volvieron, cuando
invadían Irak. Ahora intentan de nuevo paralizarla, no pagando las cuotas
correspondientes porque la Organización ha decidido admitir al Estado Palestino
en su seno, haciendo uso de la autonomía que le confiere la Conferencia General.
Tratan con denuedo de activar al G20, al G8… y al G.2 (¡) al mismo tiempo que
vuelven la espalda a la cooperación multilateral. Pero serán los últimos
coletazos de un Sistema en total declive.
3. Hambre, genocidio cotidiano: “Me duele este
niño hambriento como una grandiosa espina”, escribió el inolvidable Miguel
Hernández. Debemos procurar que nos duela a todos, todos los días, para reclamar
con voz firme y permanente que no podemos seguir tolerando que, al socaire de
problemas económicos y de primas de riesgo, sigan muriendo de hambre miles de
seres humanos cada día.
4. Medioambiente. Después de Durban, de un nuevo
fracaso por total abandono de los países más poderosos de la Tierra, las
perspectivas para la celebración en el año 2012 de Rio+20 no pueden ser menos
halagüeñas. Y sin embargo, Rio+20 no puede fracasar. Se trata de una cuestión
esencial, de consciencia de solidaridad intergeneracional. Millones de mujeres y
hombres de toda la Tierra deben gritar que no van a consentir que se alcancen
puntos de no retorno, de lesiones irreversibles en el entorno ecológico que
afecten irreversiblemente la habitabilidad del planeta.
Los líderes actuales dan muestra de un
cortoplacismo irresponsable. Todo buen gobernante debe tener en cuenta, en
primer lugar, los procesos que pueden conducir a daños irreparables.
5. ¿Creación de empleo? ¿Sin poder “emitir”
fondos para incentivos? ¿Sin poder disponer de eurobonos? ¿Sin asegurar un mayor
equilibrio entre tantas asimetrías sociales y económicas? ¿Sin federación fiscal
en Europa? ¿Sólo con recortes y más recortes? ¿Por qué no hacemos como los
Estados Unidos – 300.000 millones de dólares en emisiones para incentivos- y en
el Reino Unido -75.000 millones de libras- para iniciar el crecimiento? ¿Por qué
no se procura una cierta re-localización productiva?
Ahora, como era previsible, dice el nuevo
Gobierno español que el “déficit” que ha encontrado era mayor de lo esperado…
cuando, en buena medida depende de las Comunidades Autónomas, incluyendo en
lugar destacado algunas en las que vienen gobernando hace años.
La solución se halla a escala europea y
norteamericana. Sólo así podría ser occidente interlocutor de China y de los
“países emergentes”. De otro modo, el naufragio se acentuará mientras seguirán
prometiendo empleo. Recuerden la frase atribuida a Winston Churchil: “No hay
peor error en el liderazgo público que promover falsas esperanzas que pronto se
esfumarán”. El hecho de que el déficit previsible sea mayor del 6% ha llevado a
adoptar medidas más drásticas que las que con tantos espavientos rechazaron en
mayo de 2010. Entonces y ahora, está claro, son los “rescatados” los que imponen
sus actuaciones a los “rescatadores empobrecidos”… mientras el señor Bush y los
suyos, los que forman parte del “gran dominio”, se frotan las manos con gran
satisfacción.
6. No más olvido de los muertos, de los que
fallecen cada día de inanición y extrema pobreza, de las víctimas de todas las
guerras, de los asesinados, de los marginados, de los pueblos que no hallan el
“acomodo” internacional que merecen después de tantos años de aguardar en
condiciones a menudo inhumanas… El mejor ejemplo es Palestina: de nuevo, tras el
fracaso permanente de los esfuerzos de paz, de la mediación del “cuarteto”… es
apremiante que no se prolonguen situaciones que constituyen una afrenta –por las
personas que tanto sufren, por los aplazamientos producidos y previsibles, por
las indefiniciones constantes, por la violencia y las represalias…- a la
conciencia de la humanidad entera. De nuevo, sólo unas Naciones Unidas, con el
respaldo mayoritario de los países que la integran, podrían hallar la solución,
de una vez, a una cuestión que, en las actuales circunstancias, Israel –apoyada
desde los Estados Unidos por el lobby sin duda más poderoso de la Tierra- no
permitirá alcanzar, después del infausto final de Isaac Rabin, que sí pretendió
culminar el proceso de paz.
7. Desarme nuclear y reducción inmediata y
profunda de la venta y exigencia de adquisición de artefactos militares,
propios, en gran medida, de guerras pretéritas. Está claro que es imposible que
se produzcan los cambios radicales que permitan atender el desarrollo de todos
los países y transitar desde una economía de especulación, deslocalización y
guerra (4 mil millones de dólares al día) a una economía de desarrollo global
sostenible, sin una reducción sustancial de los gastos en armamento,
especialmente de aquellos que, desde la guerra de Vietnam, han demostrado
carecer de cualquier posibilidad de uso en los conflictos actuales.
Y, sobre todo, ¡drones, no! Lo que
faltaba!. Además de soldados mercenarios, “Guerras S.A.”, ahora aviones sin
piloto, manejados a miles de kilómetros de distancia por formidables mecanismos
de “GPS”. Guerras sin soldados, con efectos colaterales “anónimos”… Hasta aquí
podíamos llegar.
La Humanidad debe manifestarse con especial
fuerza a este respecto.
8. Europeos, atención al Pacífico: mientras
seguimos vinculados al Tratado del Atlántico Norte en lugar de disponer de
nuestra propia autonomía en materia de seguridad, los Estados Unidos están
dando, con inusitada rapidez, una atención prioritaria al Pacífico. En la
próxima década, según la señora Clinton, “Norteamérica realizará la mayor
inversión diplomática, económica y estratégica en la región Asia-Pacífico”. Al
incremento de la presencia militar se suma un ambicioso acuerdo de libre
comercio entre varios países de la zona (TPP- Acuerdo de Asociación
Trans-pacífico). Está claro que, al mismo tiempo que se ocupan del euro, los de
la “dólar-zona” no se olvidan del yuan!…
9. Emancipación de América Latina, acontecimiento
muy importante a tener en cuenta. Hace poco se ha iniciado en Caracas, con la
asistencia de la práctica totalidad de los países de América Latina y del
Caribe, el proceso constitutivo de la CELAC, la Confederación de Estados de toda
la región. Después de Mercosur y Unasur, ahora –amigos, sí, tutelados, no- la
CELAC constituye la esperada “edad adulta” de una región importantísima para la
estabilidad mundial, ya que no sólo moderará la influencia del “gran hermano del
Norte” sino que atemperará la creciente y excesiva influencia de China. Con
liderazgo brasileiro – Lula al frente como líder del altermundismo y de la
ponderada alternativa a Davos que ha representado Porto Alegre- representan el
“otro mundo es posible” que tantas adhesiones ha promovido.
Lejos quedan los tiempos -¡tan próximos en el
calendario!- de la “Operación Cóndor”… La contribución de la CELAC al “nuevo
amanecer” puede ser muy relevante no sólo por la economía y la riqueza de sus
recursos naturales sino, sobre todo, por su potencia intelectual –en literatura,
pintura, etc.- y su capacidad de insurgencia, de rebelión.
10. Drogas. Me he referido muchas veces al
profundo y gravísimo problema de la adicción a las drogas naturales o de
síntesis y el complejísimo y delictivo entramado de su tráfico, hasta tal punto
de representar en muchos países, por los inmensos beneficios económicos que de
él se derivan, no sólo uno de los principales desafíos nacionales sino “el”
principal reto a la seguridad y convivencia en muchos países (Colombia, México,
Guatemala…). Las acciones –incluidas las militares- se centran en los países de
la “oferta”, cuando la posible solución se halla en los grandes países de
“demanda”, comenzando por los Estados Unidos de Norteamérica. Queda claro que la
solución no llega por la fuerza ni por eliminar cultivos que proporcionan
grandes beneficios a los narcotraficantes. Así, en Afganistán, de cuya “amapola”
procede más del 90% de la heroína que se consume actualmente en el mundo, se
calcula que una hectárea proporciona alrededor de 13 mil dólares al año, cuando
cualquier plantación de cereales no llega a los 500 euros. La solución no pasa
sólo por la eliminación de los cultivos sino por una sustitución –por ejemplo,
el azafrán- que compense razonablemente, ayudando de manera simultánea con otras
posibilidades de desarrollo.
Lo que es absolutamente cierto es que el precio
carece de efecto disuasorio alguno. Empezando por nuestro país, España, donde, a
nadie le cabe la menor duda, la droga es fácilmente asequible y se paga el
precio que sea a través de la coacción familiar, el robo y acciones delictivas
de toda índole… En barrios “colaterales “de la sociedad de consumo, se venden y
se compran los productos que se ofrecen a continuación en lugares tan conocidos
que hay, incluso, vehículos con conductores” especializados”…
La única solución, como sucedió con la “Ley
seca”, es reducir drásticamente el coste… y se acabó Al Capone. Es necesario,
con urgencia, tratar a los “pacientes adictos” debidamente, proporcionándoles
las dosis que necesitan y, sucesivamente, unirlas a sustancias terapéuticas
adecuadas. En otros términos, hay que acabar con el negocio. Llevar a cabo una
gran campaña educativa e informativa, realmente excepcional, para advertir de
los riesgos de su consumo. Pero, como en el caso del alcohol y del tabaco, dejar
bien claro que se trata de una responsabilidad exclusiva de los consumidores
quienes, conscientes de los peligros que corren y del coste social de su vicio,
deben ser ayudados a desistir. Es urgente transformar una cuestión de seguridad
en una cuestión sanitaria.
11. La voz de “los pueblos”. La primavera árabe y
el 15-M. El 15-M y la protesta global han sido considerados, ¡nada menos!,
“personaje del año” por la conocida revista internacional Time. La “primavera
árabe”… otoño occidental, invierno de quienes siguen pretendiendo que un puñado
de países ricos dirija el mundo. En los cinco continentes, “los indignados”,
siguiendo la recomendación del joven nonagenario Stephane Hessel, han conseguido
no sólo manifestar pacíficamente sus protestas y disentimiento sino ofrecer
nuevas propuestas de un nuevo modo, habiendo iniciado un proceso de despliegue
planetario que ya no se detendrá. No se engañen: en poco tiempo, “los pueblos”
reducirán a los “mercados”. El “99%” se impondrá, lógicamente, al 1% que hoy
acapara el poder y la riqueza.
Es necesario escuchar a quienes desde las plazas
y avenidas se han desplazado al ciberespacio y, haciendo uso adecuado de la
moderna tecnología de la información y de la comunicación, son capaces de
movilizar a muchos ciudadanos que están, rápidamente, pasando de testigos a
actores. Es necesario escucharlos. Es necesario atenderlos, porque son, serán,
por fortuna, los grandes protagonistas del “nuevo amanecer”.
Pacíficamente, siempre pacíficamente, proponen…
que se cumplan las promesas sobre la regulación financiera; sobre la suspensión
de los paraísos fiscales, anunciando que retirarán sus nóminas de ahorro de
aquellas instituciones bancarias que, en un plazo determinado, no puedan
demostrar sus total desvinculación de la insolidaria evasión fiscal; la reforma
de la ley electoral; supresión de los anuncios de prostitución, anunciando que
no adquirirán más aquellos periódicos o programas que los contengan, por ser una
ofensa a la dignidad femenina; la “apolitización” de la justicia; reducción
apremiante de los gastos militares; erradicación de la pobreza; acceso a la
educación y los servicios sanitarios; la desaparición inmediata de los grupos
plutocráticos y la refundación de un Sistema multilateral efectivo; reposición
de los principios democráticos; eliminación de agencias de calificación que
fomentan la especulación y que actúan al servicio de los “grandes
mercaderes”…
Ya que hemos consentido que el 20% de la
humanidad que vive en el barrio próspero de la aldea global se haya olvidado de
quienes no tienen acceso al agua potable y a los alimentos… son “los indignados”
los que han movilizado y movilizarán progresivamente a la gente para que se
termine de una vez el gasto militar y en armamento -4.000 millones de dólares al
día, no debemos cansarnos de repetirlo y de repetírnoslo- cuando mueren de
hambre miles de personas…
Ha llegado el momento de expresarnos todos, de
constituir las auténticas democracias que son precisas a escala local y global.
Ha llegado el momento de hablar y de escucharnos. Miriam Subirana repite la
frase lúcida de Martin Luther King: “Tendremos que arrepentirnos, en esta
generación, no tanto de las muchas acciones de la gente perversa como del
pasmoso silencio de la gente buena”. “¿Callados ahora para llorar después?”,
escribió Rubén Darío. Serenamente, hablemos, escuchemos. El tiempo del silencio,
de la imposición y de la inacción ciudadana ha terminado.
12. El “Baktun” del calendario Maya. La “cuenta
larga” del calendario Maya termina el 21 de diciembre de 2012 y marca el punto
medio exacto del ciclo de 26 mil años!. Algunos pretenden dar a este fin de
“ciclo de 400 años”, que coincide con el “gran punto medio”, malos augurios. No
es cierto. Bien al contrario, prevén que la “gran energía solar” influirá en que
exista una mayor consciencia individual que actúe sobre el comportamiento y,
debo destacarlo, se calcula que en los años comprendidos entre el 2012 y el 2032
la mujer adquirirá un especial relieve por su capacidad y mayor sensibilidad en
favorecer el advenimiento de una “nueva era”.
Quizás esta “mayor energía” redunde en favorecer
la “(r)evolución pendiente”. Sin la (r) inicial, este es el título, “Evolución
pendiente” del último y oportunísimo libro de José Monleón. Evolución o
revolución: esta es la alternativa. Por no querer evolucionar conservando lo que
debe conservarse pero cambiando lo que debe cambiarse, estamos abocados a una
revolución, que podría tener lugar más pronto de lo que se imaginan quienes
siguen ampliando las presentes asimetrías y desgarros sociales. Al sometimiento
de los valores al mercado, el pueblo reaccionará con una “insumisión
axiológica”. Se está gestando la rebelión de “los pueblos” que observan,
perplejos, como finalmente son los más débiles y vulnerables los que deben
cargar con la mayor parte del fardo de un sistema que ha llegado a su fin.
La propia Declaración Universal de los Derechos
Humanos, en el segundo párrafo de su Preámbulo, establece que cuando no sea
posible el pleno ejercicio de los mismos, las personas pueden verse “compelidas”
a la rebelión. Tengámoslo en cuenta.
Tengamos en cuenta, sí, las noticias que se
recogían en la prensa del 30 de diciembre de 2011, que destacaban la
incompetencia de las organizaciones actuales –sin unas Naciones Unidas a la
altura de las circunstancias- para atajar los gravísimos acontecimientos en
Siria; para regular la venta masiva de armas de los Estados Unidos a Arabia
Saudita y ¡a Irak!; la histeria colectiva en Corea del Norte por la muerte de
Kim Jong-il y entronización de Kim Jong-un; matanza de kurdos en Irak por
confusión de los aviones turcos que atacaban a pretendidos terroristas; aumento
de la destrucción de empleo en la Unión Europea mientras aumentan los
“recortes”…
En un artículo publicado en “El País” titulado
“Esperanzas racionales para un futuro mejor”, G. Jackson comenta el
decrecimiento de la confianza de los Estados Unidos en el capitalismo, y los
“nuevos” modelos y experiencias que se están llevando a cabo: cooperativismo,
banca pública…
Por otra parte, Occidente incumple los acuerdos
de Kyoto, y no tiene recursos –acosado por “los mercados”- para ayudar a los
países que tanto ha explotado. Entre tanto, China, los países “emergentes”, la
Federación Rusa, los de las “primaveras”… todos requieren y aspiran a un nuevo
orden local, regional y mundial.
François Bernard ha escrito que “Europa no se
ama, no ama y, en consecuencia, no es amada”. El número de euroescépticos
predomina sobre el de eurófilos. Los parlamentarios deberían ahora dar una gran
sorpresa y proclamar, en una declaración solemne, los valores de Europa, los
principios democráticos que la guiarán en el futuro.
Si considero que el “Baktun” puede coincidir con
este “nuevo amanecer” que tanto soñamos y procuramos, es porque se han producido
en 2011, junto al “despertar” de tanta gente gracias a la capacidad de
participación no presencial, otros sucesos que no deben quedar silenciados: se
han consolidado muchos aspectos importantes para la plena dignidad humana en
España, en los aspectos religioso, sensibilidad sexual, formativo, bioéticos… y,
sobre todo, ha significado el fin, por fin, de la banda terrorista ETA. Es de
esperar que se aprendan bien la lección quienes pretenden imponer sus puntos de
vista a través de la violencia. El mundo hoy ya no acepta -es otra victoria de
estos albores de siglo y de milenio- la imposición, el dominio, el fanatismo, el
dogmatismo, el extremismo. A partir de ahora, “hablando se entiende la gente”,
nos espera la gran transición de la fuerza a la palabra, de una cultura de
dominio masculino absoluto a una cultura de equidad, conciliación, conversación
y paz.
También, en mi calidad de Presidente de la
Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, quiero resaltar los avances que
se han conseguido recientemente en favor de la abolición de la pena capital que,
además de atentar gravemente contra el Derecho a la vida, no reduce en absoluto
la criminalidad ni tiene la menor influencia sobre quienes comenten gravísimos
actos delictivos. Queda mucho por hacer, pero los países abolicionistas ya son
mayoría (105) que, sumados a los 39 países que llevan muchos años sin practicar
ejecuciones, permiten establecer horizontes bastantes satisfactorios,
especialmente si somos capaces de convencer a los 33 Estados que en Norteamérica
siguen siendo retencionistas y, muy especialmente, somos capaces de actuar sobre
China, que constituye en este punto, también, uno de los grandes retos del
presente.
Puntos de esperanza en el año que ahora comienza,
en el que los aspectos negativos, sobre todo en Occidente, se destacan en
demasía. La gran esperanza reside en que tras el ocaso democrático actual se
inicie una reacción que, siguiendo la sabia y oportuna recomendación de Amin
Maalouf, que tanto me gusta reiterar, aporte “soluciones sin precedentes a
situaciones sin precedentes”.
En 1948, la Declaración Universal de Derechos
Humanos ofreció al mundo unas pautas universales, unas referencias éticas que
daban fuerza a la formidable riqueza de la diversidad cultural de la humanidad.
Poco a poco se han supeditado a los mercados. La Declaración Universal de la
democracia podría situarse ahora, junto a los de los Derechos Humanos, en el
firmamento del “nuevo amanecer”.
Se trata, insisto, de cambios radicales: estos
días he recordado la frase que, pintada en los muros de Praga, tanto me
impresionó en su momento: “Ahora que nos sabíamos todas la respuestas, nos han
cambiado todas las preguntas”.
“La única solución a los problemas de la
humanidad –ha escrito O.M. Aïvanhov- está en la fraternidad universal, en que
todos los pueblos se unan y se den la manos. Un día se levantarán voces para que
esta fraternidad se realice finalmente, y ese día será el más bello de la
historia humana”.
¿Será éste el día previsto en el calendario Maya?
Los pueblos se despiertan en todas las partes del
mundo…