-Rajoy: 'El objetivo es reducir en 16.500 millones el déficit público'
-Realizará un recorte en los gastos corrientes de la Administración
-No repondrá las bajas de funcionarios salvo en servicios básicos
-Actualizará las pensiones con el IPC a partir del 1 de enero
-Suprimirá las prejubilaciones 'salvo en circunstancias muy excepcionales'
-Eliminará los puentes laborales trasladando los festivos a los lunes
-En Educación, instaurará un bachillerato de tres años
Un panorama que "no puede ser más sombrío". Con estas palabras,
Mariano Rajoy, futuro presidente del Gobierno, ha preparado a los españoles para un camino de sangre, sudor y lágrimas que incluirá, tal y como él mismo ha explicado, "rebajas en todas las partidas de gastos" con una única excepción: las pensiones, que serán revalorizadas a fecha de 1 de enero.
Todo lo demás, absolutamente todo, tendrá que someterse a la acción de las tijeras. Este ha sido el mensaje realista de un Rajoy que ha insistido en su voluntad de "decir siempre la verdad, aunque duela, sin adornos ni excusas". En definitiva:
"llamar al pan, pan y al vino, vino".
El líder del PP ha iniciado su discurso de investidura abordando la cifra "más dramática" de la situación económica: los
5,4 millones de parados, o lo que es lo mismo, el 23% de la población activa. También ha hecho referencia a los
16.500 millones de reducción del déficit que será necesario acometer en el nuevo ejercicio.
Con estos dos objetivos -creación de empleo y recorte del déficit- Rajoy ha desvelado las claves de su estrategia y el calendario de medidas que piensa afrontar y que, en su inmensa mayoría, se llevarán a cabo en el
primer semestre del año. La dureza será, sin duda, la bandera de su política aunque él ha recalcado que el enorme sacrificio que propone no debe verse como "un ejercicio de masoquismo".
"Se equivocan totalmente aquellos que piensan que España no será capaz de hacer las reformas que necesita para
tener éxito en la Europa del euro", ha asegurado con el fin de imprimir algún toque optimista a unas palabras que han pintado un escenario muy negro.
Rajoy ha insistido en que acometerá "con urgencia" tres ámbitos de reforma: la
estabilidad presupuestaria que será objeto de la primera ley que apruebe su Gobierno; culminar la
reforma del sector financiero en los primeros seis meses del año y las reformas estructurales que incluirán una
reforma del sector público para primar la austeridad; una modernización de la legislación laboral; un nuevo marco fiscal para los emprendedores y una estrategia integral para impulsar la competitividad.
Calendario de actuaciones
En cuanto al calendario de actuaciones, el futuro presidente ha anunciado que la primera tarea del Ejecutivo será aprobar, el próximo 30 de diciembre, el real decreto de
prórroga presupuestaria que incluirá un acuerdo de no disponibilidad que no cuantificó pero que debería ajustarse a los 16.500 millones de euros en los que se cifra la reducción del déficit en 2012.
Además, también a fecha de 30 de diciembre, el Gobierno aprobará la actualización del poder adquisito de las pensiones a partir del 1 de enero de 2012. A continuación, en el mes de enero, el Gobierno presentará el Cuadro Macroeconómico y aprobará en la Cámara el techo de gastos de los
nuevos Presupuestos del Estado que serán presentados en la Cámara antes del 31 de marzo.
En las futuras cuentas del estado se garantizará que "no se gasta ni un euro de más". "La única partida que se va a modificar al alza es la de las pensiones.
Todas las demás son susceptibles de una reducción", ha insistido Rajoy.
En paralelo, la primera gran ley de política económica será la de Estabilidad Presupuestaria en la que se impondrán
límites de gasto y endeudamiento vinculantes para todas las Administraciones Públicas. Para cumplir con este objetivo de ahorro riguroso, el nuevo Gobierno acometerá un "redimensionamiento del sector público y del personal a su servicio".
Así la tasa de reposición de este personal será del 0% excepto en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en los servicios públicos básicos. Además, se
reestructurarán y suprimirán organismos autónomos, agencias y otras entidades públicas. Al mismo tiempo, se recortarán todos los gastos corrientes de la Administración General del Estado.
El líder del PP ha anunciado el refuerzo por ley de los controles previos y de las responsabilidades de los gestores públicos para garantizar que nunca asumirán compromisos de gasto sin respaldo presupuestario. También ha apuntado su intención de presentar con carácter inmediato una reforma para permitir
nuevos modelos de gestión de las televisiones públicas.
Otro de los anuncios de Rajoy ha sido su intención de suprimir las prejubilaciones "salvo en circunstancias muy excepcionales". Según ha explicado, esta medida tiene como objetivo "poner freno a la práctica abusiva" que supone hacer de la prestación por desempleo en los últimos años de vida laboral un mecanismo de prejubilación encubierta.
Reforma del sistema financiero
En el ámbito de la reforma del sistema financiero, Rajoy planteará como primera medida el saneamiento de los balances despejando dudas sobre las valoraciones de determinados activos, especialmente los inmobiliarios. Para llevar a cabo este objetivo impulsará la
venta de inmuebles en manos de las entidades financieras haciendo una valoración "muy prudente" de los activos menos líquidos.
Ello conducirá, tal y como ha reconocido el futuro presidente, la
"asunción de pérdidas latentes u ocultas en los balances" y ello hará inevitable "una segunda ola de reestructuraciones" con
más fusiones, más necesidades de capital y un
cambio en el sistema de supervisión y regulación del Banco de España.
En el campo de la fiscalidad, Rajoy no ha hecho anuncios novedosos. Todo lo que ha explicado era conocido de la campaña electoral. Así, por ejemplo, ha insistido en su intención de establecer un sistema de compensación de deudas entre las empresas y las Administraciones Públicas; promover una
reforma del IVA para que las pymes y autónomos sólo lo paguen una vez cobrada la factura.
También mantendrá el
tipo superreducido en la adquisición de vivienda habitual. Se creará asimsimo una ayuda fiscal de 3.000 euros por la contratación del primer trabajador y se eliminarán las limitaciones existentes para la aplicación del Impuesto de Sociedades al tipo del 20% para las empresas con una cifra de negocios inferior a cinco millones de euros. Se modificará además la fiscalidad de los beneficios no distribuidos a fin de primar aquellos que se dediquen a la adquisición de nuevos activos.
También se mejorará la tributación de los planes de pensiones y se recuperará la deducción del IRPF por inversión en vivienda habitual.
En cuanto a la
reforma del mercado laboral, Rajoy ha prometido remitirla al Congreso de los Diputados en el primer trimestre del año. El plan, poco concreto aún, pondrá el acento en la estabilidad del empleo y la
flexibilidad en el seno de la empresa.
En este campo, el futuro presidente ha anunciado su intención de
racionalizar el calendario laboral de manera que se trasladen las fiestas a los lunes con la excepción de las fechas con mayor arraigo social. Además, se regulará el teletrabajo y se reforzarán los mecanismos de control para evitar el absentismo injustificado.
Educación, Justicia y Sanidad
En relación con la educación, el futuro presidente ha adelantado su propósito de promover el bilingüismo en todo el sistema educativo impulsando también la opción trilingüe en las comunidades con lengua cooficial. Además, ha confirmado que impulsará un
bachillerato de tres años.
La
reforma de la Justicia también ha sido abordada en el discurso de investidura. Rajoy ha señalado su propósito de abordar de manera inmediata, en diálogo con la oposición, el proceso de renovación pendiente del Tribunal Constitucional, del Defensor del Pueblo y del Tribunal de Cuentas. A todo ello se unirá también la reforma del Consejo de Radio Televisión española. El objetivo es cumplir estos procesos de cambio en el plazo de tres meses.
La
Sanidad será objeto de un Pacto de Estado. El fin último pasa por establecer una
cartera básica de servicios para todos cuya financiación estará garantizada. En este terreno ha habido pocos detalles pero todo indica que más allá de dicha cartera esencial de prestaciones lo demás podrá ser sometido a recortes.
La
política exterior ha ocupado la última parte del discurso del líder del PP que ha apostado por reforzar el papel del servicio exterior sobre todo en su vertiente más económica. Rajoy pretende, tal y como él mismo ha advertido, establecer una política exterior "clara y reconocible que proporcione credibilidad a España".
Las últimas frases de su intervención, que ha durado
una hora y veinte minutos, han estado destinadas a insuflar ánimos en los ciudadanos. "Será un desafío, será difícil, será muy laborioso, pero merecerá la pena", ha sentenciado antes de finalizar: "Convoco a todos y reclamo, con humildad, la ayuda de todos, al tiempo que ofrezco defender la unidad, dialogar sin cansancio, asegurar la justicia en el reparto de las cargas y mostrar siempre la verdad traiga el color que traiga".
Marisa Cruz | Carmen Remírez de Ganuza