lo que no me destruye me fortalece
El camino a la felicidad no es recto... Existen curvas llamadas equivocaciones... Existen semáforos llamados amigos... Luces de precaución llamadas familia... y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada decisión... Un potente motor llamado amor... Un buen seguro llamado fe... Abundante combustible llamado paciencia... Pero sobre todo un experto conductor llamado Dios.