8 de junio de 2015

Antigua técnica de la pintura flamenca sobre tabla

Artista copiando el "Descendimiento de la Cruz", de Roger Van der Weyden, original pintado en 1436 y sito actualmente en el Museo del Prado.


«Weyden-descendimiento-prado-Ca-1435» de Rogier van der Weyden - https://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P02825_01.jpg. 

El número de las obras atribuidas a Rogier van der Weyden es relativamente reducido atendiendo al número de años de actividad. Destruidas en 1695 las tablas de las Justicias de Trajano y de Herkenbald pintadas para el ayuntamiento de Bruselas no se conservan obras firmadas o documentadas. A falta de ellas, son únicamente tres las obras sobre las que se dispone de información que se remonta a los siglos XV y XVI y sobre las que existe amplio acuerdo entre historiadores y especialistas para admitir su autenticidad: el Tríptico de Miraflores, ahora en la Gemäldegalerie de Berlín, donado por Juan II de Castilla a la Cartuja de Miraflores en 1445, el Calvario del Monasterio de El Escorial, procedente de la cartuja de Scheut, próxima a Bruselas y el Descendimiento del Museo del Prado, posiblemente la obra más famosa e influyente de Van der Weyden.
 Localizada desde 1443 en la capilla del gremio de los ballesteros de Lovaina, la llamada Onze-Lieve-Vrouw-van-Ginderbuiten, dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, en 1548 fue adquirida por María de Hungría, hermana del emperador Carlos V, para su castillo de Binche, a cambio de un órgano y una copia hecha por Michel Coxcie. Allí la vio un año después su sobrino, el príncipe Felipe, en el curso del felicísimo viaje que hizo por sus tierras de la baja Alemania, Brabante y Flandes. 

Vicente Álvarez, uno de los cortesanos que lo acompañaban, escribió dos años después que era la mejor pintura del castillo y quizá de todo el mundo.41 Comprada por Felipe II a su tía en 1555, Karel van Mander cuenta que al ser trasladada a España el barco en el que viajaba naufragó, pero que la tabla flotó y pudo ser salvada sin apenas daños. En 1564 se instaló en la capilla del palacio de El Pardo y en 1574 pasó a El Escorial, donde se citaba en el inventario de la primera entrega de obras artísticas como:

Una tabla grande en que está pintado el Descendimiento de la cruz, con nuestra Señora y otras ocho figuras, que tiene dos puertas, pintado en ellas por la parte de dentro los quatro evangelistas con los dichos de cada uno con la Resurrección, de mano de maestre Rogier, que solía ser de la reyna María [...] que tiene de alto la tabla de en medio, por lo que toca a la cruz que en ella está pintada, siete pies y de ancho diez pies escasos

Antigua técnica de la pintura flamenca sobre tabla