El Gobierno, tras las imputaciones contra los directivos de la SGAE, se plantea eliminar la impopular tasa.
La irrupción de la Guardia Civil en la sede de la SGAE el pasado viernes puede desatascar la negociación sobre el canon digital. La tasa sobre los soportes informáticos capaces de almacenar archivos puede estar a las puertas de su desaparición. Parece que el gobierno está dispuesto a dar su brazo a torcer y suprimirlo por completo. El canon quedó herido de muerte por el Tribunal de Justicia de la UE, que en octubre de 2010 determinó que su aplicación en España era "incompatible" con la normativa europea, pues no estaba justificada su exigencia a administraciones públicas, a empresas y a profesionales. El otro toque de gracia se lo asestó la Audiencia Nacional. Esta instancia judicial anuló, por defecto de forma, la orden ministerial que regulaba el gravamen.
Con estos dos precedentes se sentaron a negociar representantes de los Ministerios de Cultura y de Industria con AMETIC, la patronal española del sector tecnológico y de contenidos digitales. Ambas partes tenían la obligación de pulir el diseño de la tasa para adecuarla al modelo europeo. Pero el desencuentro había marcado hasta ahora las reuniones. Hasta el registro del viernes y las imputaciones por apropiación indebida a varios miembros de la junta directiva de la SGAE, incluido su presidente ejecutivo, Teddy Bautista. Ahora fuentes cercanas a la negociación han revelado a elcultural.es que el Ejecutivo va a optar por el camino del medio: eliminación radical de la tasa, extensiva también a las personas físicas.
Queda pues entre interrogantes qué modelo se pretende instaurar ahora. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea advierte que el cobro de la tasa sólo puede ir aparejado a la realización de una copia privada. Un sistema que estudiase caso por caso es inviable. No se puede dejar a criterio del dependiente de la tienda en cuestión si graba o no la venta de un dispositivo de almacenamiento. AMETIC tampoco aceptaba pagar el canon con carácter previo y que luego le fuera reembolsado por las sociedades de gestión. El entuerto es probable que se resuelva asignando sencillamente una partida presupuestaria concreta a la compensación a los autores por el lucro cesante que suponen las copias privadas.
En todo caso, hay que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos. La ministra de Cultura ha pedido comparecer ante el Congreso. Es un buen momento para destapar la carta del canon digital. Uno de sus principales valedores, Teddy Bautista, se tambalea en la cúpula de la SGAE tras el auto del juez Rus, que le atribuye "el impulso" de la trama fraudulenta de desviación de fondos a través de sociedades filiales. Su posición es más débil que nunca. Además, las elecciones están a la vuelta de la esquina. Y el canon digital, desde su imposición, ha sido una medida extremadamente impopular. Es decir, votos que se escapan.
Alberto OJEDA | Publicado el 05/07/2011