La aerolínea holandesa KLM empezará en septiembre un programa de más de 200 vuelos entre París y Amsterdam usando aceite de cocina reciclado como original biocombustible. Según la información publicada por Associated Press, la compañía no deberá hacer ningún cambio en los motores para usar este nuevo combustible procedente de las fritangas de pescadito y churros.
En la actualidad, y en contra de lo que muchos piensan, el transporte aéreo mundial es poco contaminante, responsable de tan sólo un 3% de los gases de efecto invernadero. Pero al ser un medio cada vez más usado, su proporción de emisiones está aumentando tan rápidamente como las compañías tratan de reducirlo.
Los vuelos con este tipo de biocombustibles procedente del reciclaje reducen la emisión de los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Paralelamente, y no menos importante, al reutilizar aceites no es necesario sustituir plantaciones dedicadas a la alimentación por otras dedicadas a los combustibles, ejerciendo así un mínimo impacto negativo sobre la biodiversidad y el suministro alimenticio mundial.
Junto con el uso de estos combustibles más limpios, las compañías aéreas están mejorando su eficiencia ambiental incorporando motores menos contaminantes, modelos de aviones más ligeros e incluso asumiendo pautas de ahorro de combustible en vuelo como los “aterrizajes verdes“.
En los hogares españoles se utilizan al año 97 millones de litros de aceite de cocina sólo en frituras. Si todos esos que tanto critican el actual sistema de reciclaje se incorporaran a él, y en lugar de arrojar el aceite usado al fregadero lo llevaran a los puntos de recogida como ya hacemos muchos ¿os imagináis las cantidades ingentes de combustible sostenible y barato que podríamos utilizar, no sólo en los aviones, sino también en nuestros coches?