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Amedeo Modigliani (1884-1920), frágil y autodestructivo, se protegía del fracaso comercial en sus ahora valiosísimos retratos de caras alargadas y ojos vacíos.
Umberto Boccioni (1882-1916) pintó y esculpió convencido de que el futuro era una arcadia de coches veloces, máquinas perfectas y dinamismo técnico. Mario Sironi, de la misma generación, pasó por el Futurismo y el Expresionismo para luego defender la pintura clásica y comenzar a dibujar escenas tradicionales italianas de aire mediterráneo e idealista.
El nacimiento y la evolución de las vanguardias
El Museo Guggenheim de Venecia clausura en la ciudad italiana de Verelli, en la región del Piamonte, la exposición Arte italiana nelle collezioni Guggenheim (Arte italiano en las colecciones Guggenheim). Una selección de 40 obras que ilustran el nacimiento y la evolución de las vanguardias del país de 1900 a 1961.La colección pertenece a los fondos del Guggenheim de Nueva York y Venecia. La célebre benefactora de las artes y coleccionista estadounidense Peggy Guggenheim las reunió con mimo. Ahora la selección, a parte de tener un valor artístico de por sí, refleja lo que más gustaba del arte italiano a los intelectuales estadounidenses de la época.
El Arca de la ciudad de Vercelli (en la región del Piamonte) ha sido el heterodoxo recinto de la muestra de arte vanguardista. Está en el interior de la iglesia de San Marco, una construcción medieval, y lo que llaman arca es una estructura transparente en la nave central que permiten ver las bóvedas de colores del antiguo templo.
Artistas como Modigliani, Boccioni, Sironi, Alberto Burri, Lucio Fontana, Giorgio Morandi o Giorgio de Chirico ilustran rodeados de arte románico un periodo complejo en la historia italiana que entremezcla la bohemia, lasd vanguardias del expresionismo y del cubismo, los hermanamientos con el fascismo por parte del Futurismo, la pintura metafísica y la vuelta al arte tradicional.
HELENA CELDRÁN. 05.06.2011