Agricultores arrancan matas de pepino en una explotación de El Ejido. | Efe |
Algunas comunidades autónomas han emprendido una carrera contra reloj para recopilar datos sobre las pérdidas ocasionadas en la huerta española por la crisis de la E.coli en Alemania, para poder defender el próximo martes en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea. Y eso ha sido después de que el propio secretario de Estado de Medio Rural y Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, Josep Puxeu, se quejara, de forma más o menos pública, de la poca colaboración de las comunidades autónomas.
A raíz de lo anterior, se ha puesto de manifiesto que ni las consejerías de Agricultura ni el propio Ministerio saben qué cantidad de pepinos, tomates, pimientos, lechugas y calabacines se producen en España o en sus ámbitos regionales. En estos momentos sólo se tiene al día las cifras de las producciones amparadas por la Política Agraria Común (PAC), es decir, aquellas producciones agrarias y ganaderas que reciben ayudas europeas.
Sin embargo, la mayor parte de las frutas y hortalizas compite en el libre mercado y no recibe ayudas agrarias directas de la UE. Y curiosamente suelen ser las producciones más competitivas y que se venden sin subvenciones en los mercados europeos, que son el principal cliente. Además, se ha podido ver en estos días que precisamente estos cultivos mantienen un sistema de control y seguridad alimentaria, la trazabilidad, que es un ejemplo a imitar por otros países y eso generalmente sugragado por el sector.
Situación de escoordinación
Hasta tal punto ha llegado la situación de descoordinación que, durante los días álgidos de la llamada 'crisis del pepino', la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural, Rosa Aguilar, llegó a pedir a los representantes de los agricultores y de los exportadores de frutas y hortalizas que se abstuvieran de facilitar cada uno cifras de pérdidas. Aguilar no quería que se facilitara información a los medios de comunicación porque daba mala imagen y la sensación de pedir más de lo que correspondía.Según datos del sector agrario, de los 210 millones de euros aprobados ya por la UE vendrán a España poco más de 37, mientras que los productores holandeses recibirán 126 millones de euros e incluso los alemanes también recibirán 16 millones de euros.
Datos contra reloj
Lo cierto es que mientras la Comisión Europea se compromete a que los damnificados por la crisis reciban las ayudas que les correspondan -el próximo 16 de octubre como tarde-, el Gobierno andaluz sigue recopilando datos de pérdidas con el sector. Curiosamente, ha puesto como tope para elaborar el listado el próximo 30 de junio, dos días después de que se haya celebrado el Consejo de ministros.Según datos de la Consejería de Agricultura de la Junta, la cantidad de producto destruido por efecto de la alerta sanitaria suma un total de 18.115 toneladas de productos hortofrutícolas en Andalucía desde que se anunció el brote hasta el 10 de junio. Esta cantidad ha sido contabilizada por los productores mediante los datos facilitados tanto a través de sus organizaciones de productores como de forma individual.
Esta es la forma en que la Consejería constata que se han producido pérdidas notables "desde el primer día", aunque la cuantía económica todavía no ha sido facilitada. Al parecer, el producto hortofrutícola que más ha acusado las consecuencias de la falsa alerta ha sido el tomate, del que se ha retirado finalmente una cantidad global de 10.944 toneladas en Almería.
El recuento también se ha trasladado a las cosechas en verde, es decir, a los productos que se han visto obligados no ser recolectados por su baja o nula rentabilidad ante la ausencia de mercado. Se trata de un total de 1.449 hectáreas de cultivo, en donde el tomate vuelve a ser el más afectado. Al parecer estos datos ya se han enviado a Bruselas.
Aunque las principales pérdidas se acumulan en el campo andaluz, la dificultad de recopilar las cifras también es general en las demás comunidades autónomas implicadas.
Olatz Ruiz | Sevilla