Se cuece el contraataque a los indignados.
La verdadera dimensión del 19 J, las manifestaciones de indignados del pasado domingo, se ha conocido en días posteriores. Si el movimiento de protesta es conocido como el del 15 M, el movimiento de respuesta podemos llamarlo el 20 J.
Ha sido el 19 de junio cuando han saltado las primeras alarmas en los poderes públicos, aunque se manifiestan de forma diferente según estén ocupados por el PSOE, por el PP o por los banqueros. A saber:
- Artículos de Jiménez Losantos y de Casimiro García Abadillo, en El Mundo. Editorial de Abc. Comentarios descalificadores en tertulias radiofónicas y televisivas.
- Declaración preocupante del comisario europeo de Asuntos Económicos sobre el hartazgo de los que protestan y el cansancio de los que ayudan.
- Reacciones de los portavoces oficiales del PSOE y del PP. El primero, haciendo como que no oye eso de "PSOE y PP la misma mierda es" y el segundo poniéndose de perfil para no mojarse.
A la vez, ha sido el lunes 20 de junio cuando han saltado a la palestra dos españoles muy populares, uno mundialmente conocido, mostrando su empatía hacia el espíritu que anima el Movimiento 15 M. A saber:
- La bofetada del dúo Amaral al vicepresidente Pérez Rubalcaba por usar en un rifirrafe parlamentario el título de su obra Sin ti no soy nada. Ese "Mira amigo, no me toques los huevos, las canciones son de todos", lanzado por Juan Aguirre, aunque sea una pasada de rosca, puede interpretarse como expresión indignada. Sobre todo cuando la remata Eva Amaral identificándose con los de las acampadas.
- La sorprendente declaración de uno de nuestros deportistas más universales, Pau Gasol, afirmando que las movilizaciones de los indignados representan un acto de esperanza porque "la situación del país es difícil y hay mucha gente pasándolo muy mal".
Pero, no hay que engañarse, para el futuro de las decenas de miles de españoles cabreados que han decidido echarse a la calle, son más determinantes los frenos que van a ponerles los poderosos de la política y las finanzas que los apoyos testimoniales de personajes populares.
El 19 J los indignados han dado varios pasos que sus enemigos de la derecha y de la izquierda no les van a perdonar:
1.- Movilizarse en media España sin una alteración del orden público. Tienen capacidad de organización para controlar a los perroflautas.
2.- Mostrar que ven más allá de los problemas domésticos al oponerse al Pacto del Euro.
3.- El desprecio ya mostrado hacia los partidos políticos lo han extendido a los sindicatos. Hablan de una huelga general ignorando a UGT y CC.OO., consiguiendo reunir a más gente que Méndez y Toxo juntos.
4.- Por vez primera ha aparecido una pancarta con una crítica valiente e inédita, que está siendo muy celebrada en las redes: "Detrás de un corrupto hay seis tertulianos".
Que la jornada dominguera de la España cabreada no va a pasar en balde se nota, como decía al principio, en lo que han escrito algunos comentaristas.
Llama la atención que una pluma brillante y original como la de Federico Jiménez Losantos use contra los indignados el pobre argumento de su exigua cantidad comparada con los congregados una tarde de fútbol en el Bernabeu. O que Casimiro García Abadillo haga la objeción de que se trata de "gente con planteamientos de izquierda".
Más ha desbarrado la televisión de Intereconomía, que el 19 J hizo un especial conectando en directo con las calles de Madrid para que una reportera insistiera en que en la Plaza de Neptuno había ambiente de revolución (!), consideración ésta repetida por otros participantes en el programa.