El comisario de Sanidad considera que se crea un "miedo injustificado" y se perjudica al sector hortofrutícola europeo.
El comisario europeo de Sanidad, John Dalli, ha pedido hoy a Alemania que no lance nuevas alertas sanitarias sobre el posible origen del brote letal de E. coli que ha causado 22 muertos en Alemania sin tener pruebas científicas porque tal actuación crea un alarmismo injustificado y perjudica enormemente a los productores europeos de alimentos. Alemania atribuyó primero la fuente de la infección a los pepinos españoles, luego a un restaurante local y después a los brotes de soja de una plantación de Baja Sajonia. Los análisis no dieron ayer con bacterias de la cepa de E.coli enterohemorrágica (EHEC) O104:H4 en 23 de las 40 muestras recogidas en la explotación de Bienenbüttel apuntada como sospechosa. Los expertos siguen buscando en las restantes y los resultados se conocerán previsiblemente hoy.
Los laboratorios del Ministerio de Agricultura de Baja Sajonia cuentan con brotes de soja vendidos durante las semanas en las que más se extendió la bacteria. Su análisis puede aportar datos con los que resolver el misterio. Si los brotes vendidos hace tres semanas y guardados desde entonces en frigoríficos también dan negativo, la pista de Bienenbüttel perderá mucha fuerza, informa Juan Gómez. Mientras tanto, la empresa responsable de la explotación está clausurada y toda su producción, retirada del mercado.
"Es crucial que las autoridades nacionales no se precipiten al dar información sobre el origen de la infección que no esté comprobada con análisis bacteriológicos porque ello crea un miedo injustificado en la población de toda Europa y crea problemas para nuestros productores de alimentos dentro y fuera de la UE", ha manifestado el comisario de Sanidad en un debate sobre el brote de E.coli en la Eurocámara.
Dalli ha recordado que las sospechas iniciales de Alemania de que los pepinos españoles eran el foco de la infección no han sido confirmadas por ninguna prueba, y ha destacado que hasta ahora ningún análisis ha demostrado tampoco que la fuente sean los brotes de soja. Por ello, ha reclamado a los Estados miembros que eviten "conclusiones prematuras" y solo activen el sistema europeo de alerta alimentaria cuando tengan "pruebas científicas".
El comisario de Sanidad ha reclamado de nuevo a Alemania que "refuerce la vigilancia y los controles para identificar la fuente del brote y frenar el contagio". El Ejecutivo comunitario ha enviado al país a un equipo de epidemiólogos para ayudar a las autoridades germanas. Dalli ha subrayado que "el brote está limitado geográficamente al área que rodea Hamburgo" y que por ello no hay motivos para prohibir ningún producto en toda la UE. Cualquier veto, ha insistido, es "desproporcionado", incluido el que ha impuesto Rusia a las frutas y verduras de los Veintisiete.
Ayer, los ministros de Sanidad se dieron cita en Luxemburgo y solo concluyeron que quizá haya que retocar el sistema de alerta temprana para ajustarlo más a la realidad científica y no a las suposiciones precipitadas. La titular española de Sanidad, Leire Pajín, reclamó que en un futuro las alertas estén fundamentadas científicamente, y la medida obtuvo eco, informa Ricardo Martínez de Rituerto. "Hay que ver cómo en el futuro la alerta se acerca más a la base científica y que haya pruebas para hacer determinadas declaraciones", comentó el comisario de Sanidad, John Dalli.
"El sistema no pide una reforma sino un reajuste en vista de lo ocurrido", agregó Dalli, que negó que la Comisión hubiera actuado precipitadamente, -"hemos hecho todo lo que había que hacer"- y no se atrevió a atribuir responsabilidades a Alemania. "En determinadas situaciones las autoridades suelen informar con la máxima celeridad", explicó. "Es fácil juzgar a toro pasado", dijo.
EL PAÍS | EP - Madrid | Estrasburgo (Francia) - 07/06/2011