24 de mayo de 2011

Decenas de detenidos en jornada nacional de protesta en Chile.


La policía chilena detuvo a decenas de personas, incluido un parlamentario, durante las movilizaciones de este fin de semana que congregaron a miles de trabajadores, estudiantes y ciudadanía contra las políticas neoliberales del Gobierno.

Sólo en la ciudad del Valparaíso, a unos 120 kilómetros al noroeste de Santiago, fueron arrestados más de medio centenar de manifestantes que protestaron la víspera en las inmediaciones del Congreso de Chile, justo cuando el presidente del país, Sebastián Piñera, entregaba su segunda cuenta pública ante la nación.

También se produjeron detenciones entre viernes y sábado en las centrosureñas ciudades de Concepción y Temuco, en esta capital y en la norteña ciudad de Iquique, donde los Carabineros apresaron al diputado comunista Hugo Gutiérrez.

El legislador, integrante de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, fue detenido mientras participaba en una marcha con organizaciones estudiantiles y ecologistas en desaprobación por el visto bueno de dos proyectos termoeléctricos en esa zona del país.

El propio Gutiérrez denunció ante la radio local el proceder represivo de la policía que utilizó carros lanzaaguas contra los manifestantes.

Uno entiende que las Fuerzas Especiales tengan que actuar cuando se produzcan disturbios, pero no era el caso; se trataba de jóvenes expresando en forma pacífica su malestar -apuntó el también abogado chileno.

El Partido Comunista de Chile calificó de arbitraria la detención del diputado de esa colectividad y denunció el clima de temor con que el Gobierno pretende acallar la protesta social.

Guillermo Teillier, presidente de los comunistas chilenos, criticó de igual modo la reposición del uso de gases lacrimógenos para enfrentar las movilizaciones populares.

En su opinión, la policía en Chile tiene que aprender a discernir entre quienes se manifiestan pacíficamente y quienes hacen desmanes.

La oleada de protestas de las últimas semanas contra el lucro en la educación y en defensa del medio ambiente, Teillier la explicó como resultado del descontento acumulado.

La gente se está rebelando contra el sistema y por eso sale a la calle y lo hará cada vez con mayor frecuencia porque ni el Ejecutivo, ni el poder legislativo, ni los partidos políticos acogen sus inquietudes, subrayó