La compra de Skype no cabe duda de que es ambiciosa. El desembolso es millonario. Pero, de fondo, el verdadero desafío al que se enfrenta Microsoft es diversificar sus fuentes de ingreso -más allá de Windows, Office y Xbox- y empezar a ganar dinero con sus negocios de internet. Y es que las cifras son muy negativas. Durante los últimos cinco ejercicios fiscales, incluidos los tres primeros trimestres del ejercicio en curso (que acaba en junio), la división de servicios online del gigante del software ha cosechado unas pérdidas operativas cercanas a 7.700 millones de dólares.
Ni la implantación de servicios como Bing o Messenger ni la entrada en el capital de Facebook han logrado que este negocio saliera de los números rojos. Una evolución en la que tampoco han influido la incorporación de empresas como aQuantive, especializada en la publicidad online, por la que Microsoft pagó 6.000 millones en 2007. Hasta ahora, la mayor compra de su historia.
Esta estrategia, o como se ha dicho en círculos financieros, falta de estrategia, llevó a Microsoft a lanzarse sobre Yahoo. La compañía presentó una oferta superior a 40.000 millones de dólares por el gigante de internet que, tras meses de disputas, fue rechazada por el consejo de administración, liderado entonces por el cofundador Jerry Yang. Al menos, al no comprar Yahoo, Microsoft se libró de tener que hacer una depreciación de activos porque la empresa de internet vio como sus acciones se hundían en Bolsa, situando su capitalización bursátil en el entorno de los 20.000 millones. Es decir, la mitad de lo que ofrecía Steve Ballmer y su equipo.
Ahora, el mundo financiero está pendiente de Skype y de los rendimientos que Microsoft puede extraer. Probablemente porque la evolución del negocio de internet -amén del negocio móvil- puede tener un peso decisivo en el valor de las acciones de la empresa, que no pasan por su mejor momento. En lo que va de año ceden en torno a un 8%, tras haberse dejado un porcentaje similar en 2010, bajada que contribuyó a que Microsoft perdiera el liderazgo tecnológico en Bolsa a favor de Apple.
Los analistas ya están echando cuentas de lo que Skype puede aportar a las cuentas de Microsoft. Tim Klasell, de la casa de Bolsa Stifel Nicolaus, señaló en un informe para sus clientes que, según sus estimaciones, la compañía de telefonía por internet elevará los ingresos de Microsoft de 69.800 a 71.100 millones de dólares en el ejercicio 2011, y de 73.800 a 74.900 millones en el ejercicio 2012.
Lo que está claro es que Ballmer quiere ir a por todas con Skype. Básicamente porque apenas si tiene ya margen para errores, dado que el tiempo en este sector corre más que en el resto y sus máximos rivales, Google y Apple, se muestran imparables. El directivo sabe que Skype es una marca muy potente, especialmente en consumo, y tratará de sacar partido de ello. Y, aunque en un primer momento, Ballmer tendrá que acallar las voces de quien opina que ha pagado mucho por Skype (aunque 8.500 millones no hacen un gran roto a una compañía que tiene en caja 50.000 millones), lo que tendrá que hacer rápido es encontrar las sinergias tecnológicas que hay entre ambas para demostrar con hechos que Skype es la salida al bloqueo que sufre la compañía en negocios clave.
Muchos analistas están convencidos de que a diferencia de Ebay, Microsoft sí tiene sinergias con Skype. Así que su verdadero desafío no será tanto hacer rentable a Skype sino averiguar cómo aplicar sus herramientas para mejorar otros productos del gigante del software. Algo que ya hizo con Tellme Networks, especializada en reconocimiento de voz, y que compró en 2007 por 800 millones. Su tecnología es hoy usada para hacer búsquedas en Bing desde el móvil o en Kinect para que los jugadores controlen su consola con comandos de voz.
Ballmer debe apuntar en esa dirección puesto que el martes ya dijo que añadirán Skype a Outlook, Messenger, Hotmail, Xbox, Kinect, Windows Live, Windows Phone y a su software de comunicaciones unificadas Lync, llevando más lejos aún a Skype. Con esta maniobra, Microsoft, que aventajaba a Google en las comunicaciones unificadas para empresas, podrá convertirse en el referente del mercado, y también dar un atractivo mayor a su oferta móvil.
M. Jiménez / S. Millán - 12/05/2011