5 de agosto de 2012

2012, ¿un nuevo amanecer?

Federico Mayor Zaragoza
2011 ha sido un año no tan aciago porque, por primera vez en la historia, “Nosotros, los pueblos…”, como se inicia la Carta de las Naciones Unidas, se han hecho realidad a escala local y global.
El próximo mes de diciembre es el final de un “ciclo Maya” de 400 años, fecha denominada Baktun. Podríamos aprovechar este final para hacer posible un gran comienzo, la inflexión histórica que la humanidad anhela y merece. Después de siglos de poder absoluto masculino y de ciudadanos sumisos, obedientes y atemorizados, es ahora posible la participación no presencial, la libre expresión de opiniones, de criterios, de críticas, de propuestas.

Lo que está claro es que, en muy poco tiempo, la voz de “los pueblos” no sólo se dejará oír sino que será escuchada y comenzará el proceso de emancipación cívica. Lo que no podía consentirse hasta hace bien poco en las plazas y avenidas de las ciudades tendrá lugar sin cortapisas en el infinito lugar del ciberespacio. El tiempo del silencio ha concluido. El siglo XXI será el “siglo de la gente”, de todos, no de unos cuantos privilegiados, y las democracias ya no serán frágiles y encorsetadas sino sólidas, ágiles y eficientes. Los ciudadanos ya no serán sólo contados en los comicios electorales sino que contarán, serán tenidos en cuenta de forma permanente… porque manifestarán sus puntos de vista y su voluntad de forma igualmente permanente.

Se ampliará rápidamente el porcentaje de “habitantes efectivos” del planeta, que hoy se reducen a un 20%. El resto sobreviven, en condiciones de gran precariedad, que alcanzan con frecuencia límites humanamente insostenibles. Sin embargo, la pobreza no figura entre los objetivos de los países prósperos, ocupados en las fluctuaciones bursátiles, en el dinero, en mantener inmensos arsenales de armamento para garantizar su “seguridad”. Y así, las soluciones a los grandes problemas de la humanidad, enraizados en el acceso a la alimentación y a la educación, van siendo sucesivamente aplazadas, pospuestas. José Manuel Navarro cita en su obra “Amapolas en el jardín”, a B. F. Skimmer: “Algo va mal cuando lo que hay que salvar es el sistema y no la forma de vida a la que el sistema debería servir”.

En España, el “escándalo” Urdangarín oculta tejemanejes todavía peores que los que tanto se habían criticado y, a escala europea, todos miran de reojo a la señora Merkel, a las primas de riesgo y a los mercados, en lugar de mirar de frente a la democracia. En lugar de crear empleo, sólo en Italia se anuncian 300 mil despidos más como consecuencia de las radicales medidas adoptadas. Eso sí, también allí los sueldos de los directivos de las grandes instituciones financieras permanecen astronómicos.
Sumamente importante es, al parecer, “devolver la deuda”, reducir el déficit. Pero, ¿quién se ha endeudado? ¿Quiénes son los responsables, en proporción muy superior al Estado, del endeudamiento? ¿Por qué deben ser, siempre, los contribuyentes quienes mitigan estos desmanes, sobre todo los procedentes del sector privado?

El año 2012, ¿un nuevo amanecer? Resumo a continuación doce puntos que me parecen especialmente relevantes para que el año que empieza pudiera ser crucial para pasar desde el naufragio presente a la tierra firme del “nuevo comienzo”.
Sobre algunos de los puntos ahora sucintamente esbozados escribiré con más detalle –o reescribiré- en el curso de las próximas semanas.

1. Una crisis sistémica requiere cambiar el sistema, es decir, conferir el poder y la iniciativa a la sociedad y volver a orientar la acción política por los principios democráticos – tan bien expresados en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO- y no por los mercados, tanto a escala local y regional como global.
De esta forma, podría procederse a la urgente refundación de un Sistema de Naciones Unidas fuerte y con la autoridad moral que sólo poseen aquellas instituciones capaces de reunir a todos los países del mundo sin exclusión. Las ambiciones hegemónicas que condujeron a pretender gobernar el mundo desde agrupaciones plutocráticas de 7, 8 o 20 países, deben dar ahora paso, como respuesta al clamor mundial que sin duda se producirá en poco tiempo, a la cooperación multilateral. He escrito ya en varias ocasiones diversas fórmulas para que tanto la nueva Asamblea General como los Consejos de Seguridad (al actual se añadirían el Consejo de Seguridad Socioeconómica y el Consejo de Seguridad Medioambiental) permitieran el pleno desempeño de las funciones que, especialmente cuando la gobernanza global así lo exige, requieren disponer de estructuras internacionales adecuadas.

2. Después de la intolerable e inmoral intervención en Irak, el poder cívico mundial deberá ahora oponerse con especial firmeza a otras “aventuras” de esta naturaleza y muy especialmente a la que tendría a Irán como objetivo, tanto por razones geoestratégicas (espoleadas por Israel) como por las fabulosas reservas iraníes de oro negro. Para los problemas que pueda plantear Irán, o los que ya plantean Yemen y Siria, la única solución aceptable es –como hubiera sido en el caso vergonzoso de Libia- la intermediación de las Naciones Unidas como único interlocutor contando con el respaldo del mundo entero.
¿Hemos reflexionado sobre las horrendas cifras que arroja el balance de la intervención en Irak? ¿Hemos pensado en los 5 millones de desplazados, en los miles de mutilados y muertos? ¿Hemos revisado quién explota ahora los pozos petrolíferos? Los “pueblos” ya no tolerarán en el futuro atrocidades de esta naturaleza.
Es cierto que los republicanos de los Estados Unidos, que siguen influyendo tanto en la política de su país, redoblan sus esfuerzos –iniciados en la década de los 80- para la demolición del Sistema de las Naciones Unidas. Abandonaron la UNESCO en 1984… luego volvieron, cuando invadían Irak. Ahora intentan de nuevo paralizarla, no pagando las cuotas correspondientes porque la Organización ha decidido admitir al Estado Palestino en su seno, haciendo uso de la autonomía que le confiere la Conferencia General. Tratan con denuedo de activar al G20, al G8… y al G.2 (¡) al mismo tiempo que vuelven la espalda a la cooperación multilateral. Pero serán los últimos coletazos de un Sistema en total declive.

3. Hambre, genocidio cotidiano: “Me duele este niño hambriento como una grandiosa espina”, escribió el inolvidable Miguel Hernández. Debemos procurar que nos duela a todos, todos los días, para reclamar con voz firme y permanente que no podemos seguir tolerando que, al socaire de problemas económicos y de primas de riesgo, sigan muriendo de hambre miles de seres humanos cada día.

4. Medioambiente. Después de Durban, de un nuevo fracaso por total abandono de los países más poderosos de la Tierra, las perspectivas para la celebración en el año 2012 de Rio+20 no pueden ser menos halagüeñas. Y sin embargo, Rio+20 no puede fracasar. Se trata de una cuestión esencial, de consciencia de solidaridad intergeneracional. Millones de mujeres y hombres de toda la Tierra deben gritar que no van a consentir que se alcancen puntos de no retorno, de lesiones irreversibles en el entorno ecológico que afecten irreversiblemente la habitabilidad del planeta.
Los líderes actuales dan muestra de un cortoplacismo irresponsable. Todo buen gobernante debe tener en cuenta, en primer lugar, los procesos que pueden conducir a daños irreparables.

5. ¿Creación de empleo? ¿Sin poder “emitir” fondos para incentivos? ¿Sin poder disponer de eurobonos? ¿Sin asegurar un mayor equilibrio entre tantas asimetrías sociales y económicas? ¿Sin federación fiscal en Europa? ¿Sólo con recortes y más recortes? ¿Por qué no hacemos como los Estados Unidos – 300.000 millones de dólares en emisiones para incentivos- y en el Reino Unido -75.000 millones de libras- para iniciar el crecimiento? ¿Por qué no se procura una cierta re-localización productiva?
Ahora, como era previsible, dice el nuevo Gobierno español que el “déficit” que ha encontrado era mayor de lo esperado… cuando, en buena medida depende de las Comunidades Autónomas, incluyendo en lugar destacado algunas en las que vienen gobernando hace años.
La solución se halla a escala europea y norteamericana. Sólo así podría ser occidente interlocutor de China y de los “países emergentes”. De otro modo, el naufragio se acentuará mientras seguirán prometiendo empleo. Recuerden la frase atribuida a Winston Churchil: “No hay peor error en el liderazgo público que promover falsas esperanzas que pronto se esfumarán”. El hecho de que el déficit previsible sea mayor del 6% ha llevado a adoptar medidas más drásticas que las que con tantos espavientos rechazaron en mayo de 2010. Entonces y ahora, está claro, son los “rescatados” los que imponen sus actuaciones a los “rescatadores empobrecidos”… mientras el señor Bush y los suyos, los que forman parte del “gran dominio”, se frotan las manos con gran satisfacción.

6. No más olvido de los muertos, de los que fallecen cada día de inanición y extrema pobreza, de las víctimas de todas las guerras, de los asesinados, de los marginados, de los pueblos que no hallan el “acomodo” internacional que merecen después de tantos años de aguardar en condiciones a menudo inhumanas… El mejor ejemplo es Palestina: de nuevo, tras el fracaso permanente de los esfuerzos de paz, de la mediación del “cuarteto”… es apremiante que no se prolonguen situaciones que constituyen una afrenta –por las personas que tanto sufren, por los aplazamientos producidos y previsibles, por las indefiniciones constantes, por la violencia y las represalias…- a la conciencia de la humanidad entera. De nuevo, sólo unas Naciones Unidas, con el respaldo mayoritario de los países que la integran, podrían hallar la solución, de una vez, a una cuestión que, en las actuales circunstancias, Israel –apoyada desde los Estados Unidos por el lobby sin duda más poderoso de la Tierra- no permitirá alcanzar, después del infausto final de Isaac Rabin, que sí pretendió culminar el proceso de paz.

7. Desarme nuclear y reducción inmediata y profunda de la venta y exigencia de adquisición de artefactos militares, propios, en gran medida, de guerras pretéritas. Está claro que es imposible que se produzcan los cambios radicales que permitan atender el desarrollo de todos los países y transitar desde una economía de especulación, deslocalización y guerra (4 mil millones de dólares al día) a una economía de desarrollo global sostenible, sin una reducción sustancial de los gastos en armamento, especialmente de aquellos que, desde la guerra de Vietnam, han demostrado carecer de cualquier posibilidad de uso en los conflictos actuales.
Y, sobre todo, ¡drones, no! Lo que faltaba!. Además de soldados mercenarios, “Guerras S.A.”, ahora aviones sin piloto, manejados a miles de kilómetros de distancia por formidables mecanismos de “GPS”. Guerras sin soldados, con efectos colaterales “anónimos”… Hasta aquí podíamos llegar.
La Humanidad debe manifestarse con especial fuerza a este respecto.

8. Europeos, atención al Pacífico: mientras seguimos vinculados al Tratado del Atlántico Norte en lugar de disponer de nuestra propia autonomía en materia de seguridad, los Estados Unidos están dando, con inusitada rapidez, una atención prioritaria al Pacífico. En la próxima década, según la señora Clinton, “Norteamérica realizará la mayor inversión diplomática, económica y estratégica en la región Asia-Pacífico”. Al incremento de la presencia militar se suma un ambicioso acuerdo de libre comercio entre varios países de la zona (TPP- Acuerdo de Asociación Trans-pacífico). Está claro que, al mismo tiempo que se ocupan del euro, los de la “dólar-zona” no se olvidan del yuan!…

9. Emancipación de América Latina, acontecimiento muy importante a tener en cuenta. Hace poco se ha iniciado en Caracas, con la asistencia de la práctica totalidad de los países de América Latina y del Caribe, el proceso constitutivo de la CELAC, la Confederación de Estados de toda la región. Después de Mercosur y Unasur, ahora –amigos, sí, tutelados, no- la CELAC constituye la esperada “edad adulta” de una región importantísima para la estabilidad mundial, ya que no sólo moderará la influencia del “gran hermano del Norte” sino que atemperará la creciente y excesiva influencia de China. Con liderazgo brasileiro – Lula al frente como líder del altermundismo y de la ponderada alternativa a Davos que ha representado Porto Alegre- representan el “otro mundo es posible” que tantas adhesiones ha promovido.
Lejos quedan los tiempos -¡tan próximos en el calendario!- de la “Operación Cóndor”… La contribución de la CELAC al “nuevo amanecer” puede ser muy relevante no sólo por la economía y la riqueza de sus recursos naturales sino, sobre todo, por su potencia intelectual –en literatura, pintura, etc.- y su capacidad de insurgencia, de rebelión.

10. Drogas. Me he referido muchas veces al profundo y gravísimo problema de la adicción a las drogas naturales o de síntesis y el complejísimo y delictivo entramado de su tráfico, hasta tal punto de representar en muchos países, por los inmensos beneficios económicos que de él se derivan, no sólo uno de los principales desafíos nacionales sino “el” principal reto a la seguridad y convivencia en muchos países (Colombia, México, Guatemala…). Las acciones –incluidas las militares- se centran en los países de la “oferta”, cuando la posible solución se halla en los grandes países de “demanda”, comenzando por los Estados Unidos de Norteamérica. Queda claro que la solución no llega por la fuerza ni por eliminar cultivos que proporcionan grandes beneficios a los narcotraficantes. Así, en Afganistán, de cuya “amapola” procede más del 90% de la heroína que se consume actualmente en el mundo, se calcula que una hectárea proporciona alrededor de 13 mil dólares al año, cuando cualquier plantación de cereales no llega a los 500 euros. La solución no pasa sólo por la eliminación de los cultivos sino por una sustitución –por ejemplo, el azafrán- que compense razonablemente, ayudando de manera simultánea con otras posibilidades de desarrollo.
Lo que es absolutamente cierto es que el precio carece de efecto disuasorio alguno. Empezando por nuestro país, España, donde, a nadie le cabe la menor duda, la droga es fácilmente asequible y se paga el precio que sea a través de la coacción familiar, el robo y acciones delictivas de toda índole… En barrios “colaterales “de la sociedad de consumo, se venden y se compran los productos que se ofrecen a continuación en lugares tan conocidos que hay, incluso, vehículos con conductores” especializados”…
La única solución, como sucedió con la “Ley seca”, es reducir drásticamente el coste… y se acabó Al Capone. Es necesario, con urgencia, tratar a los “pacientes adictos” debidamente, proporcionándoles las dosis que necesitan y, sucesivamente, unirlas a sustancias terapéuticas adecuadas. En otros términos, hay que acabar con el negocio. Llevar a cabo una gran campaña educativa e informativa, realmente excepcional, para advertir de los riesgos de su consumo. Pero, como en el caso del alcohol y del tabaco, dejar bien claro que se trata de una responsabilidad exclusiva de los consumidores quienes, conscientes de los peligros que corren y del coste social de su vicio, deben ser ayudados a desistir. Es urgente transformar una cuestión de seguridad en una cuestión sanitaria.

11. La voz de “los pueblos”. La primavera árabe y el 15-M. El 15-M y la protesta global han sido considerados, ¡nada menos!, “personaje del año” por la conocida revista internacional Time. La “primavera árabe”… otoño occidental, invierno de quienes siguen pretendiendo que un puñado de países ricos dirija el mundo. En los cinco continentes, “los indignados”, siguiendo la recomendación del joven nonagenario Stephane Hessel, han conseguido no sólo manifestar pacíficamente sus protestas y disentimiento sino ofrecer nuevas propuestas de un nuevo modo, habiendo iniciado un proceso de despliegue planetario que ya no se detendrá. No se engañen: en poco tiempo, “los pueblos” reducirán a los “mercados”. El “99%” se impondrá, lógicamente, al 1% que hoy acapara el poder y la riqueza.
Es necesario escuchar a quienes desde las plazas y avenidas se han desplazado al ciberespacio y, haciendo uso adecuado de la moderna tecnología de la información y de la comunicación, son capaces de movilizar a muchos ciudadanos que están, rápidamente, pasando de testigos a actores. Es necesario escucharlos. Es necesario atenderlos, porque son, serán, por fortuna, los grandes protagonistas del “nuevo amanecer”.
Pacíficamente, siempre pacíficamente, proponen… que se cumplan las promesas sobre la regulación financiera; sobre la suspensión de los paraísos fiscales, anunciando que retirarán sus nóminas de ahorro de aquellas instituciones bancarias que, en un plazo determinado, no puedan demostrar sus total desvinculación de la insolidaria evasión fiscal; la reforma de la ley electoral; supresión de los anuncios de prostitución, anunciando que no adquirirán más aquellos periódicos o programas que los contengan, por ser una ofensa a la dignidad femenina; la “apolitización” de la justicia; reducción apremiante de los gastos militares; erradicación de la pobreza; acceso a la educación y los servicios sanitarios; la desaparición inmediata de los grupos plutocráticos y la refundación de un Sistema multilateral efectivo; reposición de los principios democráticos; eliminación de agencias de calificación que fomentan la especulación y que actúan al servicio de los “grandes mercaderes”…
Ya que hemos consentido que el 20% de la humanidad que vive en el barrio próspero de la aldea global se haya olvidado de quienes no tienen acceso al agua potable y a los alimentos… son “los indignados” los que han movilizado y movilizarán progresivamente a la gente para que se termine de una vez el gasto militar y en armamento -4.000 millones de dólares al día, no debemos cansarnos de repetirlo y de repetírnoslo- cuando mueren de hambre miles de personas…
Ha llegado el momento de expresarnos todos, de constituir las auténticas democracias que son precisas a escala local y global. Ha llegado el momento de hablar y de escucharnos. Miriam Subirana repite la frase lúcida de Martin Luther King: “Tendremos que arrepentirnos, en esta generación, no tanto de las muchas acciones de la gente perversa como del pasmoso silencio de la gente buena”. “¿Callados ahora para llorar después?”, escribió Rubén Darío. Serenamente, hablemos, escuchemos. El tiempo del silencio, de la imposición y de la inacción ciudadana ha terminado.

12. El “Baktun” del calendario Maya. La “cuenta larga” del calendario Maya termina el 21 de diciembre de 2012 y marca el punto medio exacto del ciclo de 26 mil años!. Algunos pretenden dar a este fin de “ciclo de 400 años”, que coincide con el “gran punto medio”, malos augurios. No es cierto. Bien al contrario, prevén que la “gran energía solar” influirá en que exista una mayor consciencia individual que actúe sobre el comportamiento y, debo destacarlo, se calcula que en los años comprendidos entre el 2012 y el 2032 la mujer adquirirá un especial relieve por su capacidad y mayor sensibilidad en favorecer el advenimiento de una “nueva era”.
Quizás esta “mayor energía” redunde en favorecer la “(r)evolución pendiente”. Sin la (r) inicial, este es el título, “Evolución pendiente” del último y oportunísimo libro de José Monleón. Evolución o revolución: esta es la alternativa. Por no querer evolucionar conservando lo que debe conservarse pero cambiando lo que debe cambiarse, estamos abocados a una revolución, que podría tener lugar más pronto de lo que se imaginan quienes siguen ampliando las presentes asimetrías y desgarros sociales. Al sometimiento de los valores al mercado, el pueblo reaccionará con una “insumisión axiológica”. Se está gestando la rebelión de “los pueblos” que observan, perplejos, como finalmente son los más débiles y vulnerables los que deben cargar con la mayor parte del fardo de un sistema que ha llegado a su fin.
La propia Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el segundo párrafo de su Preámbulo, establece que cuando no sea posible el pleno ejercicio de los mismos, las personas pueden verse “compelidas” a la rebelión. Tengámoslo en cuenta.
Tengamos en cuenta, sí, las noticias que se recogían en la prensa del 30 de diciembre de 2011, que destacaban la incompetencia de las organizaciones actuales –sin unas Naciones Unidas a la altura de las circunstancias- para atajar los gravísimos acontecimientos en Siria; para regular la venta masiva de armas de los Estados Unidos a Arabia Saudita y ¡a Irak!; la histeria colectiva en Corea del Norte por la muerte de Kim Jong-il y entronización de Kim Jong-un; matanza de kurdos en Irak por confusión de los aviones turcos que atacaban a pretendidos terroristas; aumento de la destrucción de empleo en la Unión Europea mientras aumentan los “recortes”…

En un artículo publicado en “El País” titulado “Esperanzas racionales para un futuro mejor”, G. Jackson comenta el decrecimiento de la confianza de los Estados Unidos en el capitalismo, y los “nuevos” modelos y experiencias que se están llevando a cabo: cooperativismo, banca pública…
Por otra parte, Occidente incumple los acuerdos de Kyoto, y no tiene recursos –acosado por “los mercados”- para ayudar a los países que tanto ha explotado. Entre tanto, China, los países “emergentes”, la Federación Rusa, los de las “primaveras”… todos requieren y aspiran a un nuevo orden local, regional y mundial.

François Bernard ha escrito que “Europa no se ama, no ama y, en consecuencia, no es amada”. El número de euroescépticos predomina sobre el de eurófilos. Los parlamentarios deberían ahora dar una gran sorpresa y proclamar, en una declaración solemne, los valores de Europa, los principios democráticos que la guiarán en el futuro.

Si considero que el “Baktun” puede coincidir con este “nuevo amanecer” que tanto soñamos y procuramos, es porque se han producido en 2011, junto al “despertar” de tanta gente gracias a la capacidad de participación no presencial, otros sucesos que no deben quedar silenciados: se han consolidado muchos aspectos importantes para la plena dignidad humana en España, en los aspectos religioso, sensibilidad sexual, formativo, bioéticos… y, sobre todo, ha significado el fin, por fin, de la banda terrorista ETA. Es de esperar que se aprendan bien la lección quienes pretenden imponer sus puntos de vista a través de la violencia. El mundo hoy ya no acepta -es otra victoria de estos albores de siglo y de milenio- la imposición, el dominio, el fanatismo, el dogmatismo, el extremismo. A partir de ahora, “hablando se entiende la gente”, nos espera la gran transición de la fuerza a la palabra, de una cultura de dominio masculino absoluto a una cultura de equidad, conciliación, conversación y paz.

También, en mi calidad de Presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, quiero resaltar los avances que se han conseguido recientemente en favor de la abolición de la pena capital que, además de atentar gravemente contra el Derecho a la vida, no reduce en absoluto la criminalidad ni tiene la menor influencia sobre quienes comenten gravísimos actos delictivos. Queda mucho por hacer, pero los países abolicionistas ya son mayoría (105) que, sumados a los 39 países que llevan muchos años sin practicar ejecuciones, permiten establecer horizontes bastantes satisfactorios, especialmente si somos capaces de convencer a los 33 Estados que en Norteamérica siguen siendo retencionistas y, muy especialmente, somos capaces de actuar sobre China, que constituye en este punto, también, uno de los grandes retos del presente.

Puntos de esperanza en el año que ahora comienza, en el que los aspectos negativos, sobre todo en Occidente, se destacan en demasía. La gran esperanza reside en que tras el ocaso democrático actual se inicie una reacción que, siguiendo la sabia y oportuna recomendación de Amin Maalouf, que tanto me gusta reiterar, aporte “soluciones sin precedentes a situaciones sin precedentes”.
En 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos ofreció al mundo unas pautas universales, unas referencias éticas que daban fuerza a la formidable riqueza de la diversidad cultural de la humanidad. Poco a poco se han supeditado a los mercados. La Declaración Universal de la democracia podría situarse ahora, junto a los de los Derechos Humanos, en el firmamento del “nuevo amanecer”.
Se trata, insisto, de cambios radicales: estos días he recordado la frase que, pintada en los muros de Praga, tanto me impresionó en su momento: “Ahora que nos sabíamos todas la respuestas, nos han cambiado todas las preguntas”.

“La única solución a los problemas de la humanidad –ha escrito O.M. Aïvanhov- está en la fraternidad universal, en que todos los pueblos se unan y se den la manos. Un día se levantarán voces para que esta fraternidad se realice finalmente, y ese día será el más bello de la historia humana”. 
¿Será éste el día previsto en el calendario Maya?

Los pueblos se despiertan en todas las partes del mundo…

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